Hágase cargo de su nueva función luego de una promoción

Harvard Bussines Review. Ascender en una organización normalmente significa mayores beneficios, más responsabilidades y mayores riesgos. Pero hacer la transición a un cargo más importante puede ser desafiante.

CONSEJOS EMPRESARIALES

Típicamente, entre más alto sea el cargo, menos estructurado será el proceso de abordaje, lo que puede sentirse desorientador. La clave está en responsabilizarse usted mismo. Esto no significa que no pueda pedir ayuda o aceptar apoyo. Pero debería estar preparado para ponerse al día en la forma más independiente posible. Empiece respondiendo las siguientes preguntas:

  • ¿Qué necesito hacer la primera semana? ¿En los primeros 30 días? ¿En el primer trimestre?
  • ¿A quiénes tengo que conocer y cuál es la mejor forma de conectarme con ellos?
  • ¿Qué sé y qué se esperará que sepa?
  • ¿Cómo pediré ayuda o guía si me encuentro en problemas?

(Adaptado de “A Checklist for Someone About to Take on a Tougher Job”, de Ed Batista)

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Pasos chicos pueden poner al alcance metas laborales
Fijar metas laborales es fácil. Alcanzarlas es otra cosa. Si quiere que sus resoluciones se cumplan, tiene que:

— Comprometerse públicamente: Escriba sus metas, y compártalas con su gerente, compañeros, subordinados directos, amigos y familia.

— Cree un plan de acción: Piense tácticas paso a paso. Si su meta es, por ejemplo, desarrollar una relación de más confianza con sus subordinados directos, invítelos a almorzar individualmente y empiece a relacionarse con ellos a nivel más personal.

— Reclute apoyo: Los colegas, los mentores, la pareja o un asesor profesional pueden ser su escuadrón de porras y caja de resonancia para ideas.

— Fije hitos: Conforme pasa el tiempo, se hace más difícil seguir motivado. Necesita señales regulares que refuercen hacia lo que está trabajando, como un recordatorio en su teléfono o una “reunión” recurrente en su agenda para pensar en el significado de sus metas para usted y su carrera.

(Adaptado de “Make Your Work Resolutions Stick”, de Rebecca Knight)

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Haga que las conversaciones difíciles sean menos abrumadoras

Las conversaciones difíciles son inevitables. Pero si las maneja adecuadamente, puede mantener intactas sus relaciones. Primero, no piense que la conversación va a ser difícil; solo se sentirá nervioso y molesto. En cambio, enmárquela de una forma positiva, menos binaria.

No va a dar retroalimentación negativa; está teniendo una conversación constructiva sobre desarrollo. Puede ayudar anotar puntos clave de antemano, pero no escriba un guión. Intente ver el punto de vista de la otra persona. Pregúntese: ¿Cuál es el problema y qué piensa la otra persona al respecto? Si no está seguro, admita que no sabe y pregunte.

Después, dé la mala noticia de una forma valiente, honesta y justa. Solo que no se haga la víctima. Lo peor que puede hacer es pedir simpatía diciendo cosas como “me siento muy mal al tener que decir esto” o “hacer esto realmente es muy difícil para mí”.

(Adaptado de “How to Handle Difficult Conversations at Work”, de Rebecca Knight)

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Siga echando un ojo a su inteligencia emocional

La inteligencia emocional puede reforzarse con el tiempo con compromiso y disciplina. Pero los que más necesitan desarrollarla a menudo lo comprenden muy tarde. Entonces, a continuación algunas señales delatadoras en el sentido de que tiene que trabajar en su inteligencia emocional:

  • Se impacienta y frustra cuando piensa que los demás no van rápido al grano.
  • Le sorprende cuando los demás se muestran sensibles con sus comentarios o bromas, y piensa que están exagerando.
  • Piensa que caer bien en el trabajo está sobrevaluado.
  • Desde el principio sopesa sus opiniones y las defiende a muerte.
  • Juzga a los demás con las mismas altas expectativas con las que se juzga a usted mismo.
  • Le parece que los demás tienen la culpa de la mayoría de los problemas de su equipo.
  • Le resulta molesto cuando otros esperan que sepa cómo se sienten.

(Adaptado de “Signs That You Lack Emotional Intelligence”, de Muriel Maignan Wilkins)

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Haga un cambio chico para desconectarse del trabajo

Sabemos que trabajar excesivamente lleva a agotamiento y deterioro de juicio. No obstante, sigue siendo muy difícil que muchos nos desconectemos. Facilítelo pensando en chico.

En lugar de intentar modificar todos sus hábitos laborales, encuentre una cosa que pueda cambiar de su comportamiento y empiece ahí. Por ejemplo, intente dejar su teléfono inteligente en otra sala cuando llegue a casa en la noche, para no verse tentado a revisar su correo electrónico del trabajo.

O pase algunos minutos aprendiendo cómo programar los correos electrónicos que envía por la noche para que lleguen a primera hora de la mañana; de esa forma, no se verá forzado a entrar en un intercambio de ida y vuelta con colegas a toda hora. O encuentre una nueva actividad disfrutable para ocupar su tiempo. Empiece a andar en bicicleta, únase a una liga de deportes o anótese a una clase de cocina.

(Adaptado de “Working Too Hard Makes Leading More Difficult”, de Ron Friedman)

Distribuido por The New York Times Syndicate

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