Este martes deberá decir todavía más, cuando pronuncie un discurso sobre su visión de la ruptura, en medio de una creciente presión de legisladores, inversores y ejecutivos extranjeros y locales para que se explaye sobre sus intenciones. Sus comentarios serán seguidos de cerca por los operadores de divisas, después de los desplomes de la libra que se produjeron en respuesta a dos de sus comentarios más significativos sobre el Brexit.