Un dólar fuerte se ha convertido en una fuente de ansiedad para muchos en la Reserva Federal, además de para los inversores en mercados emergentes y los exportadores americanos.
El ánimo era de conmoción e incredulidad mientras miles de inversionistas del sector del cuidado de la salud, banqueros y ejecutivos se reunían en el atestado Westin St. Francis Hotel.