Los autos representan un nuevo punto de venta potencialmente rentable para las celdas fotovoltaicas en una industria donde la intensa competencia de los fabricantes chinos bajó mucho los precios.

La empresa canadiense, que abandonó el sector de hardware el año pasado, no alcanzó las estimativas de los analistas para los ingresos totales, de los cuales ahora la mayor parte proviene de las ventas de software.