Bagdad (Reuters).- El primer ministro iraquí, Haider Al-Abadi, obtuvo el domingo el respaldo de su gabinete para eliminar una serie de cargos de alto rango del gobierno, parte de un esfuerzo por reducir la corrupción y ahorrar dinero de cara a un creciente malestar que se reflejó en semanas de protestas que exigen un mejor gobierno. Abadi propuso cancelar varios cargos de vicepresidente y viceprimer ministro, que actualmente se asignan según criterios sectarios.