Uno de los mayores obstáculos que deberán enfrentar estos nuevos líderes es el crecimiento del lujo digital, donde las grandes marcas están enfocando gran parte de su esfuerzo.

El reloj Cartier Tank fue ofrecido a Jackie por su cuñado, el príncipe Stanislaw “Stas” Radziwill, en febrero de 1963 para conmemorar una caminata de 50 millas en Palm Beach planificada por el expresidente John F. Kennedy en un intento por tornar más saludables a los estadounidenses.

La asociación en el mercado de anteojos de lujo entre Gucci y Cartier comenzará con la presentación de la colección primavera-verano 2018 de Cartier a principios de octubre.

Con el menor atractivo de sellos como Burberry y la propietaria de Cartier, Richemont, es razonable focalizarse en las perspectivas para Pandora, Michael Kors, Kate Spade y otras marcas llamadas jugadoras de lujo asequibles.

Cartier y Louis Vuitton, símbolos globales de la opulencia, de repente parecen ser gangas en uno de los puntos económicos conflictivos del mundo: Brasil.

La marca de artículos de lujo informó que sus utilidades alcanzaron los US$ 411 millones. Destacó la fortaleza de ventas en el mercado asiático, que es atraído por el diseño discreto de su logotipo.

La consultora espera que el ascenso de ventas de esos productos se enfríe a un 4 ó 5% este año, respecto de un 5% visto en el 2012 a tipos de cambio constante.

El fabricante de las carteras de lona laminada ostenta el título por séptimo año consecutivo, alcanzado un valor de US$ 25,900 millones.