Desde la indiferencia de los millennials hasta la declinación de las tasas de matrimonio y las imitaciones sintéticas, pocas categorías de productos están compitiendo con tantos vientos contrarios como las joyas.
El precio de subasta partió de unos US$ 56 millones. La venta duró cinco minutos hasta que un comprador planteara la oferta ganadora por teléfono, provocando aplausos.