Más de un millón de estadounidenses perdieron este beneficio la semana pasada. La Casa Blanca alega que extender el subsidio impulsaría el crecimiento económico, pero el parlamento se opone a otorgar US$ 26,000 millones anuales.

Las solicitudes de este beneficio cayeron en 21,000 respecto a la semana pasada, para alcanzar un total de 323,000. Sin embargo, el número de personas que aún reciben el subsidio creció en 66,000, hasta los 2.88 millones.

Las solicitudes de este beneficio social retrocedieron hasta un total de 350,000, pero los analista anticipaban una caída hasta 340,000 pedidos. Esto indicaría una recuperación más débil del empleo en el país norteamericano.

La caída ha sido decepcionante: de 26.3% a un 26%. Pese a que el país ya salió -técnicamente- de la recesión y ha tenido una notable temporada turística, la desocupación es casi invariable, pues aún hay 5.9 millones sin empleo.

El Departamento de Trabajo del país dijo que el número de pedidos de este subsidio alcanzó los 358,000, mientras que los analistas esperaban que llegara hasta 335,000.

Los pedidos de este beneficio estatal crecieron en 1,000, hasta alcanzar los 308,000. Este dato podría ser clave, pues la paralización del Gobierno retrasaría la entrega del informe mensual de empleo, a develarse mañana.

El número de pedidos para acceder a este beneficio cayó a 334,000 en la semana pasada, mejorando la expectativa de los analistas. Esto insinuaría un mayor nivel de contrataciones para este mes.

En abril se crearon 165 mil nuevos puestos de trabajo en EE.UU., mientras las solicitudes de subsidio cayeron a 323 mil en la primera semana de mayo. El desempleo en llegó a 7.5%, el mínimo desde hace cuatro años.

Los pedidos bajaron en 6,000 la semana pasada, a una tasa ajustada estacionalmente de 361,000.

Se redujeron en 5,000 pedidos, a una tasa desestacionalizada de 359,000, según cifras oficiales.