La unidad de vehículos autónomos de Alphabet Inc., la matriz de Google, dijo que pronto comenzará a trasportar gente en minifurgonetas sin “conductores de seguridad”, un hito para la industria automotriz.

El gigante de las redes sociales pretende aprovechar su tecnología de mapas e inteligencia artificial para competir en un sector que ha atraído inversiones de empresas como Waymo de Alphabet Inc.

La subsidiaria de la compañía matriz de Google, Alphabet, ha venido probando coches autónomos durante años, pero con un conductor detrás del volante para tomar el control si es necesario.

AutoNation informó hoy que sus concesionarias darán mantenimiento y reparación para la flota de vehículos autónomos Chrysler Pacifica de Waymo, el brazo de vehículos automatizados de Google.

El CEO Jim Hackett está tratando de aprovechar sus máquinas de hacer dinero, como la Serie F, para acelerar las inversiones en modelos que no ofrecen un retorno inmediato: automóviles de conducción autónoma y eléctricos.

El ejecutivo ha invocado su derecho de la Quinta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos para no testificar en el caso, lo que dificulta la capacidad de Uber para defenderse contra las reclamaciones de Waymo.

La compañía dijo que proporcionará apoyo y mantenimiento a Waymo, una subsidiaria de Alphabet, la casa matriz de Google, para mantener los vehículos limpios y en óptimas condiciones mecánicas.

Uber, que adquirió en agosto la startup de Levandowski, Otto, por US$ 680 millones, ha negado las acusaciones de Waymo.

Se necesitan muchos más vehículos que acumulen kilómetros de pruebas autónomas para perfeccionar una tecnología que podría reducir considerablemente las más de 30,000 muertes anuales por accidentes de tráfico en EE.UU.

Waymo y Lyft unieron fuerzas contra el gigante Uber, que actualmente está inmerso en una carrera para desarrollar sus propios vehículos autónomos.

El nuevo equipo de Uber estará dirigido por Raquel Urtasun, experta en los campos de IA de aprendizaje automático y visión informática en la Universidad de Toronto.

Alphabet acusa a Otto y a Uber de robo de secreto industrial y violación de patente, y pide un proceso ante un jurado con el fin de prohibirles la utilización de sus tecnologías, así como indemnizaciones por un monto aun no precisado.