En julio del 2016, la industria manufacturera registró un incremento de 1.16% debido a la recuperación de la manufactura primaria, que creció en 28.15% en ese período, básicamente por el procesamiento de productos hidrobiológicos que tiene un carácter coyuntural pero ¿eso cambiará los resultados del fin de año?.
Javier Dávila, director ejecutivo de Xalca Perú Consultores, la industria no primaria, que representa el 75% de la manufactura y es el que tiene mayores niveles de transformación y de valor agregado, registró una caída de 7.22% debido a la menor producción que registran bienes de consumo (-4,65%); bienes intermedios (-9.87%) y bienes de capital (-16,83%).
Con esos resultados, el subsector no primario tiene una caída acumulada de 2.37% en los primeros siete meses del año.
“Esta situación configura un entorno recesivo para el sector industrial, primario y no primario, por tercer año consecutivo, estimando una caída de 2.8% en su índice de crecimiento para el 2016”, proyectó.
Explicó que en todos los posibles escenarios se ve que para que la industria no registre una caída en el acumulado anual, debería de expandirse durante todo el segundo semestre del año a una tasa mayor al 5%, lo cual resulta “poco probable”.
Mencionó que hay que tener presente que la manufactura es el sector que más contribuye (16.52%) en el cálculo del índice mensual de la producción nacional, de allí la importancia de tener un enfoque distinto al que se ha venido trabajando en los últimos años para lograr su recuperación.
“Eliminar trabas y barreras administrativas son condiciones necesarias, pero no suficientes como se viene proponiendo para lograr el desarrollo industrial del país, tenemos que darle un mayor protagonismo a las mesas sectoriales que ha venido impulsando el Ministerio de la Producción, pero con una orientación a desarrollar planes de acción concertados con los gobiernos regionales, que permitan el crecimiento de los diversos sectores”, añadió Dávila.
Adicionalmente, consideró que las autoridades no deben únicamente impulsar “nuevos motores” sino fijarse en los que tiene e impulsar su repotenciación, enfocándose en aquella parte de la cadena productiva en la que somos competitivos.
“Así hay, por ejemplo, sectores como la metalmecánica para la minería, producción de autopartes para automóviles, los textiles y confecciones, los alimentos y pesca para consumo humano directo que pueden “tomar un nuevo aire” y liderar el crecimiento industrial”, añadió.
También opinó que es necesario tener un enfoque de cadenas globales de valor para lograr la recuperación de la industria, mirando no sólo la Alianza del Pacífico sino las economías APEC; y también el desarrollo de clusters productivos para dar otro dinamismo a las regiones.