Cádiz (Reuters).- En momentos en que España y otros países de la periferia europea aplican un duro proceso de corrección fiscal bajo el dictado de los socios de la zona euro, especialmente de Alemania, numerosos asistentes a la cumbre criticaron las políticas de austeridad e instaron a inclinar la balanza hacia medidas que impulsen el crecimiento.
“La consolidación fiscal exagerada y simultánea en todos los países no es la mejor respuesta para la crisis mundial y puede, incluso, agravarla, llevando a una mayor recesión”, dijo la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que advirtió sobre el peligro de que los déficit aumenten.
Asimismo, según el vicepresidente argentino, Amado Boudou, la experiencia en su país enseñó que las políticas de ajuste fiscal van en contra de la recuperación económica, y advirtió sobre los peligros para el continente americano de estas medidas.
“Tales políticas de ajuste agravan la situación de los países que las aplican y representan un riesgo para la economía mundial (…) Las economías emergentes han comenzado a sufrir el contagio de la crisis internacional, observándose una marcada desaceleración en las proyecciones de crecimiento”, sostuvo.
Entre las pocas voces discordantes se encontró la de Pedro Passos Coelho, primer ministro de Portugal -país que ya ha sido rescatado en la crisis de la zona euro y está aplicando la receta de austeridad-, quien dijo que “la salida de la crisis pasa por la disciplina y el ajuste fiscal”.
El también portugués José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europa, no criticó abiertamente los estrictos ajustes fiscales pero hizo énfasis en la necesidad de priorizar el crecimiento, señalando que la población española ya está haciendo ‘importantes sacrificios’.
“Desde la Comisión estamos utilizando todos los instrumentos a nuestra disposición para recuperar el crecimiento en Europa y así crear empleo y hacer frente los graves problemas sociales”, dijo Barroso.
En este sentido, Barroso criticó que “algunos países”, en clara referencia a Reino Unido, quieran rebajar el presupuesto de la Unión Europa.
“Pensamos que hay una contradicción cuando algunos países dicen que quieren dar la prioridad al crecimiento y después no quieren apoyar el principal instrumento que tenemos al nivel europeo para las inversiones en el crecimiento”, aseveró.
El presupuesto de la Unión Europea se encuentra bloqueado por el Reino Unido, que exige unas fuertes reducciones en el gasto.