Plan de Theresa May para Brexit hace que economistas duden de su visión

El Brexit suma otra variable desconocida a la economía mundial mientras Donald Trump se prepara para tomar posesión como presidente de Estados Unidos.

(Bloomberg) Quizá los intentos de la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, por trazar sus planes para abandonar la Unión Europea hayan prometido una “Gran Bretaña global”, pero no han logrado impresionar a algunos economistas.

Mientras que las promesas de May de dejar el mercado único y buscar, en su lugar, un acuerdo aduanero con el bloque fueron el vistazo más profundo hasta el momento sobre la estrategia de Gran Bretaña, estas son apenas poco más que una “lista de deseos”, de acuerdo con Peter Dixon, economista en Commerzbank AG.

“Cualquiera que busque alguna gran perspectiva de cómo el Reino Unido logrará los objetivos que ella planteó quedará decepcionado”, escribió en una nota enviada por correo electrónico a sus clientes.

“La naturaleza del acuerdo en sí dependerá del arreglo al que se pueda llegar con la Unión Europea. Y por ese lado, tendremos que esperar el paso inicial de la Unión Europea para valorar cuan realistas son sus metas”.

El Brexit suma otra variable desconocida a la economía mundial mientras Donald Trump se prepara para tomar posesión como presidente de Estados Unidos. Anthony Scaramucci, asesor de Trump, afirmó el martes en Davos, Suiza, que los acuerdos comerciales son asimétricos y que algunos países siguen diferentes reglas del juego.

Delineando los planes del gobierno para el Brexit a través de 12 objetivos principales, May dijo tener confianza en que se puede llegar a un acuerdo con la Unión Europea una vez que se jale el gatillo para su salida a fines de marzo. Pidió un “enfoque gradual” para implementar las nuevas reglas que aseguren que el proceso de Brexit avance sin contratiempos.

Reto enorme
Simon Wells, economista en jefe del banco más grande de Europa, HSBC Holdings Plc, indicó que cómo eso funcionará en la práctica “sigue siendo incierto y está sujeto a un reto enorme de negociación”.

May expresó que quería un acuerdo en torno a la naturaleza de la futura relación con la Unión Europea para cuando el proceso de negociación de salida del Artículo 50 concluya a inicios del 2019, seguido de un proceso gradual de implementación.

La advertencia de May a sus homólogos europeos para que no castiguen a Gran Bretaña en las negociaciones –quizá para disuadir a otros países de abandonar el grupo de 28 miembros– no hizo mucho por elevar el optimismo.

De hecho, su “discurso de lucha” incrementa el peligro de una ruptura de relaciones más extrema, empujando los riesgos para la economía hacia el lado negativo, de acuerdo con Kallum Pickering, de la firma Berenberg.

La economía del Reino Unido hasta el momento se ha mostrado inesperadamente resistente ante la votación del Brexit en junio, conforme la fortaleza impulsada por los consumidores ayuda a desafiar las predicciones de una desaceleración de las instituciones, incluyendo al Banco de Inglaterra y el Fondo Monetario Internacional.

Sin embargo, eso podría cambiar conforme las conversaciones del divorcio avancen y, pese a la promesa de May de dar claridad al proceso siempre que sea posible, el país podría tener que esperar un tiempo antes de tener alguna noticia de importancia.

ÚLTIMA HORA ver todas

BLOGS ver todos

Revolución digitalPablo Bermudez

Bye bye Dubai... ¡Bienvenido NEOM! (1 de 3)

Herejías EconómicasGermán Alarco

Plan Estratégico de Desarrollo Nacional (PED...

El Vino de la Semana

Pisco, amor por el Perú

Te lo cuento fácilAlumnos de la Universidad del Pacífico

Guerra en Ucrania: un breve análisis del fac...

Economía para todosCarlos Parodi

Estados Unidos y China

WALL STREET VER TODOS

Será noticia

JOSÉ ANTONIO MONTENEGRO