La cantidad de ceros era una característica principal de la moneda peruana en el año 1990, 300,000 intis por un dólar, eso es lo que valía nuestra moneda en ese entonces. El primer número de Gestión salió el 25 de setiembre de 1990, recibiendo una economía con muchos dolores de parto, que a partir de ese entonces evidenciaría el nacimiento de una nueva gestión presidencial y una nueva moneda resquebrajada producto de la hiperinflación de los años 80.
Nadie confiaba en nuestra moneda, y por más intentos que el Gobierno hiciera por mantener el poder adquisitivo de los ingresos en ese entonces, la sociedad huía de la moneda nacional, y era lógico, porque la inflación era alta. Pero, ¿cómo comenzó la historia de nuestra moneda?
Carlos Contreras, historiador económico de la PUCP, dijo que el Inti nació en 1985, cuando hubo cambio de gobierno de Fernando Belaúnde a Alan Garcia. “Se reunieron 1,000 soles de oro y nació el Inti. En el 85 un dólar valía 13,000 soles, en adelante valdría 13 intis”, reveló.
El periodo de vida del inti duró solo seis años. Estando ya en el lecho de muerte, se preparó su ‘extremaunción’ en el año 1990 creando el Inti millón.
Durante el periodo de existencia del inti, el valor de la moneda peruana era cuestionable. Había más de 100 tipos de cambio, diferenciados para cada tipo de alimento. No obstante, el dolor se asentó más con el famoso ‘dólar MUC’, el cual significa Mercado único de cambios.
Los únicos que conseguían dólares en el mercado oficial eran empresarios favoritos del régimen y funcionarios. Llegó un momento en que para el Estado era imposible supervisar las operaciones que se realizaban de intercambio de monedas.
Así, hubo tantos billetes que los héroes que ya no alcanzaban, todos prendían una velita y rogaban porque fuera un sueño, el sueño más largo de la historia económica del Perú. No obstante, todo no acababa ahí. El año 1991 significaría un cambio, se anticipaba un gran golpe en el Estado, pero también el cambio hacia la moneda que ahora conocemos: el Nuevo Sol.
Con la nueva imagen de la moneda peruana, se cimentó también la autoridad monetaria del Banco Central de Reserva, la cual había sido muy censurada hasta antes de agosto de 1990.
Jorge Chávez, presidente de Maximixe, declaró a Gestion.pe que el Banco Central asumió una autonomía que no tenia hasta ese momento. “Hasta antes de agosto de 1990 el banco era como el bodeguero de la casa del fisco, el cual emitía para financiar banca de fomento, financiar cosecha, o cualquier inversión en general”, acotó.
Con una nueva moneda, un nuevo Banco que velara por la estabilidad monetaria y unas reformas estructurales, la economía se reordenó, porque hasta entonces era considerada como un país paria, no sujeto a crédito por el Fondo Monetario ni otro banco extranjero.
Evolución
La evolución de la moneda estuvo acompañada también de la disminución de la inflación. El año 1994 fue clave para la economía peruana.
Según Hugo Perea, economista jefe del BBVA Research, en el año 1994 la inflación fue de 15%. El avance fue notable, porque pasamos de tener una inflación a fines de los 80 de 7,650% hacia 15%.
La confianza había vuelto, pero a partir del año 1999 el escenario se tornó un poco complicado. La economía peruana experimentó una recesión por choques externos y quiebre de bancos. Ello llevó a que el Banco Central adopte metas inflacionarias explícitas.
El tipo de cambio había llegado a S/. 3.50, pero a partir del 2002 la moneda finalmente se establece de manera tendencial. En términos generales, empezamos a cosechar las ganancias de la productividad que permitieron las reformas estructurales de los 90’s.
Los últimos meses han sido de suspenso para los mercados, y principalmente, para la moneda peruana. La incertidumbre se mantiene por las expectativas respecto a la decisión de la Reserva Federal por la subida de sus tasas de interés. Así, se evidencia un retiro de capitales. Frente a ello, ¿qué le espera a nuestra moneda?
Hugo Perea proyecta que el tipo de cambio se mantendrá al alza debido a la incertidumbre por la decisión de la Reserva Federal y porque tenemos un déficit de cuenta corriente relativamente abultado (4%). Tomando en cuenta que las entradas de capitales disminuirán, habrá una mayor presión sobre el tipo de cambio. Así, podría cerrar el año en S/. 3.25.
Sin embargo, el próximo año la volatilidad podría ser menor, gracias a la canalización del comportamiento de la Fed, y a los megaproyectos mineros que entrarán en fase de operatividad total.