(Bloomberg) Con un tuit el martes por la mañana, el presidente Donald Trump dijo a los productores de leche de Wisconsin -y al mundo- que Estados Unidos “no aceptará “ las políticas canadienses que dice están perjudicando a las exportaciones estadounidenses:
Donald J. Trump @realDonaldTrumpCanadá ha hecho que los negocios para nuestros productores de leche de Wisconsin y otros estados fronterizos sean muy difíciles. No vamos a permitir esto. ¡Atención!
Pero su siguiente tuit podría haber lastimado aún más a los agricultores:
Donald J. Trump @realDonaldTrumpNo dejen que los medios falsos les digan que he cambiado mi posición sobre el MURO. Se construirá y ayudará a detener las drogas, el tráfico de personas, etc.
A pesar de que la administración Trump batalla con Canadá sobre su última disputa comercial, podría querer estar más atenta a México, el principal importador de productos lácteos de Estados Unidos.
Su vecino del sur, que ocupa un lugar prominente en la retórica del crimen y la inmigración del gobierno de Trump, gastó casi el doble que Canadá en productos lácteos estadounidense en 2016. Eso equivale a US$1.200 millones.
Ahora parece que México busca nuevos socios comerciales.
En los primeros dos meses de 2017, México aumentó las importaciones de leche desnatada en polvo de la Unión Europea en 122% respecto al año pasado, según el Observatorio del Mercado de la Leche de la UE.
México también ha estado explorando conversaciones con la potencia lechera de Nueva Zelanda. El ministro de Comercio de ese país visitó Ciudad de México en febrero para discutir un posible acuerdo comercial.
¿Por qué las medidas de México? En una palabra: Trump.
“México está buscando asegurarse de que tienen alternativas de mercado debido a la retórica de los Estados Unidos sobre la renegociación del TLCAN”, dijo D. Scott Brown, que enseña economía agrícola y aplicada en la Universidad de Missouri, refiriéndose al Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
“Esto puede ser una oportunidad para encontrar otros lugares para la leche desnatada en polvo”. Rabobank también informó que las tensiones entre los Estados Unidos y México son la razón para que México cambie la estrategia de compra de productos lácteos.
Aunque la mayoría de los estadounidenses probablemente no están buscando leche desnatada en polvo en el supermercado, es un producto de exportación importante (junto con la leche en polvo sin grasa), ya que tiene un bajo contenido de humedad y una vida útil más larga. Estos productos son “el barómetro de lo que está sucediendo en los mercados mundiales”, dijo Ben Laine, economista de CoBank Acb.
El Consejo de Exportación de Productos Lácteos de Estados Unidos, actualmente dirigido por el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, enfatiza la importancia de los lácteos estadounidense para México.
“Todos tenemos la oportunidad y la responsabilidad de mantener y fortalecer las relaciones con aquellos con los que trabajamos en México, para tranquilizarlos de que seguiremos abiertos a los negocios”, dijo en el Dairy Forum a fines de enero.
“Las relaciones en el nivel básico, a nivel de base, pueden superar con frecuencia los mares tormentosos que pudieran ser creados por los comentarios procedentes de Washington”, dijo.
Por ahora, esas relaciones parecen estar manteniéndose: las exportaciones de leche descremada en polvo a México aumentaron un 14% en enero y febrero respecto al mismo período del año anterior, según el Consejo de Exportación de Productos Lácteos, que también subraya que embarca significativamente más productos que la UE.
Ese 122% de aumento llevó a la UE a sólo unas 4.000 toneladas. En ese tiempo, los Estados Unidos enviaron unas 45,000 toneladas a México. Más del 70% de las importaciones de productos lácteos de México provienen de Estados Unidos. En total, Estados Unidos exporta alrededor del 15% de su producción lechera.
Pero el aumento de las importaciones procedentes de la UE podría indicar un cambio en el panorama lácteo.
“Todavía estamos viendo fuertes exportaciones de los Estados Unidos”, señaló Laine, “pero sí que pone nerviosa a la gente, hace que los mercados se sientan nerviosos, aunque todavía no hay cambios en las políticas”.
Y no son sólo los comentarios sobre el TLCAN. Exigir que México pague por un muro fronterizo y adoptar una postura dura sobre la inmigración también tendrá un impacto. “Probablemente sea una combinación”, dijo Laine.
“Creo que parte de la retórica desde el principio, eso es lo que sacudió los mercados inicialmente. Las preocupaciones por el TLCAN y el comercio son lo que está preocupando a los mercados”.