(AFP) Como muestra del “cambio político total” que vive su país desde que asumió hace seis meses, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, asistía como invitado a la cumbre de empresarios de la Alianza del Pacífico, en la que abogó por la convergencia con el Mercosur.

Con el telón de fondo del imponente lago Llanquihue y del majestuoso volcán Osorno, unos 700 empresarios de la región se reunieron para explorar posibilidades de negocios en el marco de la Alianza del Pacífico, el bloque comercial que integran Chile, Perú, México y Colombia, nacido hace cinco años para incrementar el comercio, principalmente con Asia.

La presencia de Macri en la reunión, a la que fue invitado luego de que su país se integrara recientemente como observador, es muestra del fuerte giro en política exterior que está dando su país desde que asumió el poder hace seis meses.

“En Argentina se produjo un cambio político total. Este cambio, implica que queremos ser parte del escenario mundial, queremos ser parte de las soluciones de los problemas globales”, afirmó el mandatario.

En este camino, Macri abogó por la alianza entre dos bloques económicos regionales de naturaleza distinta: el Mercado Común del Sur (Mercosur), integrado por Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil y Venezuela, y la Alianza del Pacífico, que reúne a Chile, México, Colombia y Perú.

“En esta nueva etapa hemos relanzado el Mercosur, porque queremos un Mercosur del siglo XXI, pero que claramente tenga una visión de convergencia con la Alianza del Pacífico”, dijo.

“Creo que ese es el camino mejor, absolutamente mejor para todos”, agregó el mandatario argentino, que planteó su esperanza de que la unión entre ambos bloques se concrete a la brevedad.

La Alianza del Pacífico, que en apenas cinco años logró liberalizar el 92% del comercio entre sus miembros, atrae la atención en este momento de una cincuentena de países, por su pragmatismo y flexibilidad para alcanzar acuerdos comerciales.

En cambio, el Mercosur ha intentado por años sin éxito concretar alianzas comerciales con otros bloques, como la Unión Europea, debido principalmente a sus restrictivas políticas arancelarias.

Uruguay y Paraguay apoyan la idea de acercar caminos con la Alianza del Pacífico, pero los intentos de avanzar más rápido chocan con Brasil, la mayor economía regional, que se encuentra presidido por el gobierno interino de Michel Temer, a la espera de la resolución del juicio político que enfrenta la mandataria Dilma Rousseff.

Pragmático
La cumbre empresarial precede a la reunión el viernes de los presidentes de los países de la Alianza del Pacífico en la vecina localidad de Puerto Varas.

A la reunión asisten la presidenta chilena Michelle Bachelet, y los mandatarios de Perú, Ollanta Humala; México, Enrique Peña Nieto y Colombia, Juan Manuel Santos. Por Perú también asistirá el presidente electo Pedro Pablo Kuczynski.

El mecanismo, nacido en el 2011 en Chile, ha sido definido como un bloque “pragmático, flexible y realista”.

Desde mayo, el 92% de su comercio se encuentra liberado, estableciendo plazos de tres y siete años para los restantes productos.

Responsable del 51.4% del comercio de América Latina, se espera que en la próxima década, el bloque se constituya en la cuarta economía que más contribuya al crecimiento mundial.

“Hay mucho logro y poca retórica y queremos continuar con eso. No tenemos una secretaría general, no tenemos secretario general, no hay burocracia, hay acción”, dijo el miércoles el canciller chileno Heraldo Muñoz.