(Reuters).- Las elecciones desde Yakarta hasta Johannesburgo han calmado a los inversores que temían al riesgo político en mercados emergentes este año, pero las votaciones en el Cairo y en Kiev y la inestabilidad en Tailandia están creando nuevas preocupaciones.
Las elecciones en los “cinco frágiles” -las economías de Brasil, India, Indonesia, Turquía y Sudáfrica- ocupaban los primeros lugares de las listas de preocupaciones políticas para los inversores en 2014.
A esos países se les considera frágiles por su dependencia de los flujos de inversión extranjera para apoyar las cuentas de los gobiernos, y se esperaba que esos procesos de elecciones provocaran más gasto e inestabilidad.
En India, el resultado fue una aplastante victoria de una oposición más amigable con las empresas, mientras que en Sudáfrica y Turquía los resultados fueron buenos para los partidos gobernantes, que ya habían mostrado algo de voluntad para enfrentar los problemas.
En Indonesia, persiste la incertidumbre antes de la elección presidencial tras las elecciones parlamentarias del mes pasado, pero los mercados allí están relativamente incólumes.
“Hasta ahora, las elecciones no han provocado lo que se temía: incertidumbre política”, dijo Jorge Mariscal, jefe de inversión de mercados emergentes en UBS Wealth Management. “Hasta ahora, han resultado en mejores resultados para los mercados (financieros)”.
El resultado de las elecciones de octubre en Brasil podría ser menos cómodo para los inversores debido al avance de la actual presidenta Dilma Rousseff en los sondeos.
Sin embargo, en todos esos mercados, los seguros contra incumplimiento de deuda (CDS, por su sigla en inglés), han caído con fuerza.
Eso refleja también una visión más positiva que hace seis meses sobre el estímulo monetario en los mercados desarrollados.
Las acciones de mercados emergentes han subido un 4% este año, superando a sus pares de los mercados desarrollados, tras la baja de un 5% en 2013.
La preocupación se ha movido al resultado de las elecciones en Ucrania y Egipto, a la situación de seguridad en Nigeria y al golpe de esta semana en Tailandia.
El desafío en los emergentes para los Gobiernos tras las elecciones será realizar las reformas que esperan los mercados, manteniendo satisfechas al mismo tiempo a sus poblaciones.