La economía peruana creció solo 1.68% en enero, frente a ello, se esperaría que la actividad económica en el primer trimestre se ubique entre 1.5% y 2%, precisó el BBVA Research.
Además, señaló que probablemente revise sus previsiones a la baja para el 2015 (actualmente en 4.8%).
Recordemos que el PIB avanzó en enero 1.7% en términos interanuales, por debajo de lo que se preveía (BBVA: 2,1%; Consenso: 1,8%).
Si bien esta es una mejora en comparación con el promedio de los tres meses anteriores (1%), refleja principalmente una menor contracción del conjunto de actividades primarias -cuyo comportamiento está muy influenciado por elementos del lado de la oferta-, pues el sector no primario, que incluye a las actividades de transformación y servicios, se ralentizó.
Dentro del conjunto de actividades primarias, el INEI destacó sobre todo el mejor desempeño de la minería. Del lado no primario, sin embargo, las actividades de servicios se han desacelerado en más de medio punto porcentual
con respecto al cuarto trimestre de 2014, en tanto que las de transformación como Manufactura y Construcción se contrajeron.
El comportamiento en el sector Servicios se mantiene desde hace nueve meses a pesar de que en enero se contó con una baja base de comparación interanual. En el segundo caso, manufactura y construcción, responde en parte a la débil ejecución del gasto de inversión en los gobiernos subnacionales.
El BBVA Research señaló que los primeros indicadores para febrero y supuestos razonables para las actividades primarias apuntan a que el crecimiento interanual en ese mes no fue muy distinto que el de enero.
En conclusión, si bien la cifra de crecimiento del PIB en enero muestra cierta mejora en comparación con meses previos, ello recoge principalmente el inicio de un desempeño más favorable de los sectores primarios, como se anticipaba, señaló el informe.
En tanto, Minería ha mejorado y Pesca lo hará pronto, incidiendo en el mismo sentido sobre la Manufactura primaria. Por el contrario, el componente más tendencial del producto, recogido en las actividades no primarias, parece volver a debilitarse.
Ello podría intensificarse en los siguientes meses debido a que el optimismo empresarial y de los consumidores ha decaído, a lo que se suma, de un lado, que no se percibe aún el impacto de las medidas fiscales, y de otro, que el Banco Central encuentra dificultades para ampliar el estímulo monetario.