El Banco Central de Reserva advirtió que las grandes concesiones de infraestructura están introduciendo un estímulo para la dolarización financiera en el Perú, lo que “genera riesgos macroeconómicos importantes debido a los descalces cambiarios”.
El presidente de la autoridad monetaria, Julio Velarde, ya había anticipado un caso particular: la Línea 2 del Metro de Lima. En su opinión, se corre el riesgo de que las tarifas suban repentinamente por los vaivenes del dólar y perjudique a los usuarios y la inflación.
Si bien es cierto que el avance de Perú en la desdolarización ha sido importante (hoy el nivel es de 40%), aún existe margen para incrementar el uso de la moneda local en las transacciones y un hito importante son las concesiones.
El BCR estudió tres sectores sujetos a regulación estatal (agua potable, telecomunicaciones y transporte) y encontró que solo las tarifas de los dos primeros sectores y la Línea 1 del Metro de Lima fueron fijadas en soles, como se aprecia en el siguiente cuadro, que -según Velarde- trata de exhortar al Gobierno a entregar los proyectos en soles.
“La dolarización de precios (dolarización real) genera incentivos para la dolarización financiera (ahorros y créditos), pues se tiende a ahorrar en la moneda en que se fija y se realizan las transacciones”, anotó la autoridad monetaria en su Reporte de Inflación de abril.
El Perú es el único
Esta práctica no es usual en otros países de la región como Argentina, Chile, Colombia y México, donde sus principales proyectos se otorgan en moneda nacional. Vea el cuadro comparativo:
Intentando entender por qué actúa así el Gobierno, el BCR suscribió lo siguiente: “El uso generalizado de la dolarización de los contratos pareciera reflejar un comportamiento inercial derivado de una experiencia de alta inflación que ya se ha superado hace más de 15 años (…) o podría reflejar la intención de hacer más atractivos los proyectos a concesionarios externos con financiamiento internacional”.
Sin embargo, precisó que licitar los proyectos en soles no ahuyentaría a los inversionistas, porque, además, “fijar los ingresos tarifarios en dólares no elimina el riesgo cambiario del concesionario del exterior (con financiamiento en dólares) en tanto un elevado porcentaje de los costos de inversión y operativos (que determinan sus utilidades) sea en moneda nacional”.