Bloomberg.- El complejo sistema tributario de Brasil se prepara para ser modificado en tanto el Congreso comienza a debatir un proyecto de ley que busca hacer frente a lo que muchos inversores consideran uno de los mayores obstáculos para hacer negocios en la nación más grande de América Latina.
El martes una comisión del Congreso comenzará a analizar una enmienda constitucional que pretende simplificar la forma en que las personas y las empresas pagan impuestos, consolidando el vertiginoso número de gravámenes del país.
Si bien la propuesta no reduciría la carga fiscal general de Brasil, podría hacerlo en bienes y servicios específicos, incluidos alimentos, medicamentos y maquinaria.
Según el Banco Mundial, Brasil es el décimo peor país en el mundo en la facilidad para pagar impuestos, detrás de Afganistán y Zimbabwe.
Las medianas empresas brasileñas dedican una impresionante cantidad de 2,038 horas al año preparando, archivando y pagando sus impuestos, dice el banco.
Eso eleva el costo de hacer negocios y desincentiva la inversión, han dicho durante años las federaciones industriales.
Los esfuerzos por reducir la burocracia han cobrado fuerza después de que el gobierno del presidente Michel Temer llegó al poder y la economía ha tenido dificultades para salir de la peor recesión que se haya registrado.
“El sistema tributario es la columna vertebral de cualquier país”, dijo el diputado Luiz Carlos Hauly, un aliado del gobierno, en una entrevista. “Y Brasil tiene una grave inflamación que está paralizando todo el cuerpo”.
La propuesta homogeneizaría las reglas y tasas entre los estados sobre impuestos como el ICMS, que se aplica a la circulación de bienes y servicios.
Actualmente, la recaudación de impuestos del ICMS a menudo es redundante y se superpone entre las 27 entidades federales.
Bajo el nuevo sistema unificado, se cobraría un impuesto al valor agregado una sola vez durante la compra. Hauly espera que el proyecto de ley sea aprobado en el Congreso para finales de año.
En un esfuerzo por mejorar el clima empresarial de Brasil, el gobierno reformó recientemente las leyes laborales que han estado vigentes por décadas en el país y está impulsando medidas para reducir los costos de endeudamiento y los diferenciales sobre los préstamos bancarios.
Se espera que la economía crezca apenas un 0.34% este año después de contraerse 3.6% y 3.8% en 2016 y 2015, respectivamente.