París (AFP).- Negociadores de Brasil y Argentina pidieron hoy en París dar un impulso para concretar en los mejores plazos un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) como respuesta a las políticas proteccionistas de Donald Trump.
“Hay un gran interés en concluir un acuerdo rápidamente”, subrayó el jefe negociador del gobierno brasileño, Ronaldo Costa Filho, en una reunión en la capital francesa sobre las perspectivas económicas de este potencial espacio de 760 millones de personas.
“Actualmente nos encontramos frente a un resurgimiento del proteccionismo”, señaló el funcionario en referencia a las políticas económicas del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que en el último mes han creado una gran incertidumbre a nivel global.
No obstante, estimó que este escenario internacional, que implica “una migración del centro de gravedad económico”, puede ser favorable para avanzar en las negociaciones retomadas entre ambos bloques en el 2010, tras años de estancamiento.
En la misma línea, el subsecretario argentino de Integración Económica Latinoamericana y Mercosur, Daniel Raimondi, apuntó que “estamos en un contexto internacional en el que creemos que hay espacio para un entendimiento con la UE”.
Y si bien la situación internacional “pone en tela de juicio la vigencia y la validez de los procesos de integración en general, el Mercosur y la UE han vuelto a apostar por la integración”, agregó, haciendo hincapié en los “beneficios mutuos” que conllevaría para ambos socios un tratado comercial que excluya los aranceles.
Los países del Mercosur – que integran los dos gigantes sudamericanos junto con Uruguay, Paraguay y la suspendida Venezuela, que no participa en estas negociaciones – intentan desde 1999 alcanzar un acuerdo de este tipo con la UE.
Últimamente, ambos bloques mostraron su disposición para avanzar en estas negociaciones y en mayo pasado intercambiaron propuestas, aunque en principio se dejó fuera la carne bovina y el etanol, por ser productos que suscitan sensibilidades a ambos lados del Atlántico.
La próxima cita para proseguir las conversaciones entre la UE y el Mercosur tendrá lugar en marzo en Buenos Aires.
Despejar temores.
El responsable brasileño trató además de despejar los temores existentes por algunos miembros de la UE, entre ellos Francia, por el impacto que puede tener este acuerdo sobre la agricultura, uno de los campos en el que los sudamericanos esperan una mayor apertura a sus productos.
“Francia y la Unión Europa no tienen nada que temer del Mercosur”, aseguró Ronaldo Costa Filho, recalcando que la agricultura europea es competitiva a nivel mundial.
Sobre este tema, Raimondi estimó que para alcanzar un acuerdo mutuamente satisfactorio “no hay que buscar un equilibrio en cada sector sino en el conjunto”.
Destacó además que, aunque es un aspecto importante, el acuerdo con la UE no se limita a la agricultura. “Nuestro interés va más allá”, señaló, citando las oportunidades que se pueden generar en inversiones, tecnologías y creación de empleos.
Al tiempo que avanzan las conversaciones sobre un tratado de libre comercio con la UE, el Mercosur acordó el pasado viernes iniciar formalmente sus negociaciones comerciales con los países europeos de la EFTA (Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza) para un acuerdo similar el próximo junio en Argentina.
Representantes de esa asociación de países europeos, por un lado, y de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, por el otro, habían acordado en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) a mediados de enero empezar a negociar un acuerdo libre de aranceles, tras un período de encuentros exploratorios desde 2015.
“Estamos plenamente comprometidos con la integración regional, pero esa plataforma queremos proyectarla al mundo”, concluyó Raimondi.