“Los países inteligentes convierten los boom de recursos naturales en plataformas de desarrollo, y los que no lo saben aprovechar lo convierten en una fiesta, con un comienzo y un fin”, sentenció Carlos Heeren, socio y gerente de consultoría de negocios de Apoyo Consultoría.
Sostuvo que “los peruanos deberían tener una identificación con la minería”, dado el aporte fundamental para el crecimiento económico del país, pero “eso no lo encontramos tan fácilmente”.
“La única duda es a qué hora estamos en la fiesta. Nada más. Esta fiesta comenzó en el 2004. Uno dio sus primeros pasos de baile en el 2006. Celebró amistades importantes en el 2008, antes de la crisis; y luego nos recuperamos en el 2010. La duda es ¿son la 1am. ó las 4am?”, explicó en el desayuno jurídico empresarial “Retos de la inversión minera en el Perú”, organizado por la Universidad del Pacífico y el Estudio Rodrigo, Elías & Medrano Abogados.
Heeren exhortó a aprovechar esta “ventana de oportunidad”, pues el boom de los metales tiene fin y, más aún, siendo impredecible.
“¿De qué depende el ciclo? De China y China es una economía oscura, en el sentido de que nadie sabe qué pasa. Si no tuvimos ninguna capacidad de predecir la debacle financiera del 2008, menos capacidad vamos a tener para predecir el día en que un jerarca chino salga y diga que tiene un problema”, dijo.
“El día que eso ocurra, evidentemente todo esto se va a desacelerar y el Perú habrá perdido la oportunidad de capitalizar ingresos enormes que podrían haber llegado a poblaciones a través de empleo”, finalizó.