Bogotá (Reuters).- La terminación de una importante autopista de Colombia tendrá un retraso de hasta cinco años como consecuencia del escándalo de corrupción en torno a la constructora brasileña Odebrecht, que acordó con el Gobierno de Bogotá poner fin al millonario contrato, dijo hoy un funcionario.
Un consorcio liderado por la firma brasileña tenía a cargo la construcción de la Ruta del Sol II, una autopista de doble carril de 528 kilómetros para comunicar el centro de Colombia con el litoral Caribe, un contrato de alrededor de 5 billones de pesos (unos US$ 1,717 millones).
“El costo de la corrupción es muy grande (…) Una obra que debía terminarse este año se va a terminar muy probablemente hacia finales del año 2021 o comienzos del 2022. Nos hicieron perder entre cuatro o cinco años”, dijo el presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura, Luis Fernando Andrade, a Caracol Radio.
La obra es importante para el comercio internacional de la cuarta economía de América Latina debido a que agilizará el transporte de materias primas y otras mercancías entre el centro del país y el litoral Caribe, en donde se encuentran puertos marítimos como el de Cartagena, Santa Marta y Barranquilla.
Andrade aseguró que el proyecto tiene un avance de alrededor de un 50% y que el Estado asumirá de inmediato las obras de construcción con un presupuesto del US$ 206 millones hasta que se entregue a un nuevo concesionario, un proceso que posiblemente terminará el próximo año.
El funcionario anunció que con la reversión del contrato al Estado por parte del consorcio que lideraba Odebrecht, el gobierno colombiano asumirá el pago de los salarios de los obreros y de las cuentas de los proveedores.
En Colombia, la denominada División de Operaciones Estructuradas de Odebrecht se aseguró contratos de obras públicas entre el 2009 y el 2014 abonando más de 11 millones de dólares en pagos irregulares, que resultaron en operaciones que generaron beneficios superiores a los US$ 50 millones.
Un ex viceministro, un ex senador y un contratista privado permanecen capturados en Colombia, acusados de haber recibido sobornos para favorecer a Odebrecht en la adjudicación de los contratos, en un escándalo que también salpicó las campañas electorales del presidente Juan Manuel Santos en 2010 y 2014, así como del candidato opositor Óscar Iván Zúluaga.