Reuters.- La nueva ministra de Energía y Minas de Perú, Cayeta Aljovín, “no tiene una tarea fácil” por delante porque deberá lidiar con una sobreoferta en la generación de electricidad, el freno de grandes proyectos de hidrocarburos y la caída de la inversión minera, señaló Luis Marchese, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).
“Un reto es el “efecto colateral” de la sobre capacidad de generación eléctrica por la operación de nuevas plantas en una economía en desaceleración. Los precios de la energía para clientes libres (principalmente grandes empresas) han bajado a cerca de la mitad, debilitando a los generadores de energía”, afirmó.
La inversión minera en Perú está previsto que caiga en el 2017 por cuarto año consecutivo y proyectos como la construcción de un gasoducto de más de 5,000 millones de dólares ha sido detenido. Además, la modernización de la refinería Talara de la estatal Petroperú encara críticas porque su inversión no justificaría su rentabilidad, según analistas.
Estos son “los grandes temas en el sector hidrocarburos, el gasoducto, Talara y revitalizar la producción de petróleo; y el retomar la inversión minera ahora que parece haber apetito nuevamente por invertir”, afirmó Marchese, también gerente general de la filial en Perú de la minera global Anglo American.
El dirigente empresarial sostuvo que espera que Aljovín cuente con el apoyo de los diferentes niveles de Gobierno y del Congreso, éste último controlado por la oposición e impulsor de algunas bajas en el gabinete por enfrentamientos con el Ejecutivo.
Aljovín “es una profesional de mucho prestigio y experiencia en la gestión pública. Confiamos en que tiene la capacidad para hacerlo”, dijo Marchese. “Contará con nuestro apoyo”, acotó.