Los clubes de fútbol de China continúan realizando compras de jugadores de Brasil, con una forma agresiva de concretar negocios que ha despertado asombro y quejas entre las instituciones deportivas brasileñas, que tienen sus finanzas debilitadas.
Corinthians, uno de los clubes más populares de Brasil y el último campeón del Brasileirao, se desprendió de jugadores con los que conquistó el máximo torneo de fútbol local, entre ellos su estrella Renato Augusto, quien firmó por tres años con el Beijing Guoan.
Para ir a China, Renato Augusto rechazó una transferencia al Schalke 04 alemán debido a que la oferta del gigante asiático era muy superior: se habla de US$ 500,000 mensuales.
También el centrocampista Ralf se irá al Guoan, en una contratación que llevó al presidente de Corinthians, Roberto de Andrade, a criticar la forma como hacen negocios los clubes chinos.
“El fútbol chino busca primero al jugador, lo seduce, y el club termina sabiendo media hora antes de que el deportista diga que se va. Ellos pagan la multa (por la recisión contractual) y el deportista se va sin que haya una defensa para nosotros”, dijo Andrade, admitiendo que el Corinthians puede “perder más jugadores”.
El Tianjin Quanjian, por su parte, compró al volante Jadson y la prensa deportiva brasileña conjetura que este club chino también tiene en su órbita al delantero Alexandre Pato.
A la liga china han sido transferidos recientemente Robinho, Paulinho, Ricardo Goulart, Luis Fabiano y Diego Tardelli, y allí dirigen los ex seleccionadores de Brasil Luiz Felipe Scolari y Vanderlei Luxemburgo.