Sergio Almallo, consultor en transformación digital e innovación
Creo que hay dos enfoques que sí o sí se deben trabajar. El primero es el de la diversidad. Se habla mucho de que las generaciones que vendrán serán diferentes, pero la que tiene que hacer el cambio es la actual. Hay que hacer un pequeño “switch” a la apuesta por la diversidad.
Es decir, incorporar gente que te haga sentir incómodo en tu entorno, que no sea parecida a ti ni social, ni cultural, ni ideológicamente. Cuando te sientes cómodo con quienes te rodean no necesariamente tienes la diversidad que necesitas. Si se fijan, en muchos espacios existe una homogeneidad cultural, ahí es donde se debería poner énfasis en la búsqueda de diversidad.
Otra cosa en la que se debería puntualizar también es en la pérdida del miedo al ridículo. En el mundo digital, la experimentación, el error y el ridículo forman parte del día a día.
El 30% de los experimentos y emprendimientos que se hacen en una empresa del mundo digital puede ser un fracaso, pero si el balance termina siendo positivo en un 70/30, es bien visto. Por eso pienso que cuando tienes una cultura donde nadie quiere equivocarse y no se habla públicamente del error, se debe revisar.
Y eso tiene mucho que ver con los millenials y con estar atento a las iniciativas. Pasó con el gerente general de Blockbuster cuando le ofrecieron comprar Netflix y rechazó la oferta. Yo no creo que él haya sido un incapaz. Para mí, es una persona supertalentosa, pero que no vio el cambio que estaba ocurriendo, porque no era fácil verlo si no se estás atento a todas las variables. Si estás centrado solo en tu día a día, no notas la necesidad del cambio.
La transformación digital no es un fin en sí mismo. Es un camino para poner al cliente al centro, hacer las cosas más rápidas, cambiar y adaptar los procesos de tu negocio. Puede que por la velocidad o profundidad del cambio se requiera un foco particular. Eso depende de cada organización, pero definitivamente requiere tiempo de calidad y compromiso. Tú no elaboras “un plan de transformación digital”, elaboras un “plan de transformación”, un plan de “cómo quiero ser en el 2020”.
Para ello, hay modelos distintos. Hay algunos que dicen que no tienes que tener a una persona liderando el cambio sino que tiene que formar parte del rol de toda la organización. Yo pienso que en el momento en el que estamos es necesario tener en el puesto de transición a alguien que empuje la idea de la transformación digital junto con el CEO.
Hugo Alegre, profesor del PAD
Lo primero que tienes que hacer es darte cuenta que necesitas una transformación. Tengo casos de compañías en las que el cambio digital los ha impactado fuertemente y no hay otra cosa que te haga reaccionar más que cuando encuentras el daño. Eso te obliga a reaccionar y a fijarte en qué está pasando en el mundo.
En otros casos, lo que observas es el error que cometieron otros. Como mencionaban, el caso de Kodak o de Blockbuster, que fueron reyes de la industria durante mucho tiempo, y que ahora ya no lo son. Ese tipo de situaciones nos lleva a estar muy alertas de lo que deben hacer las compañías.
Por ello, es importante empaparte de qué significa transformación digital, investigar, leer, viajar y tomar contacto con lo que está pasando alrededor del mundo tanto dentro de tu sector como fuera de él.
Para muchas compañías ha sido aleccionador tomar algún curso en el extranjero, viajar a Silicon Valley o visitar a otra compañía amiga del sector en países más avanzados y contrastar realidades. El punto número uno para empezar el cambio es la toma de conciencia; entender la realidad en la que estamos y que es próxima a nosotros.
Selma Viacava, gerente principal HR Business de Scotiabank Perú
Nosotros tenemos un plan de digitalización que viene desde arriba y es empujado por nuestro CEO a nivel de la región. Es él quien logra que todos estemos alineados con la misma estrategia, y eso demuestra lo importante que es el involucramiento de los líderes.
También hay un tema que tiene que ver con la curiosidad por ir conociendo y aprendiendo más. La evolución tiene que ser un tema constante y, en nuestra experiencia, vemos que los nuevos talentos y millenials que aparecen en nuestras organizaciones logran adecuarse con mayor movilidad a esta evolución.
Ellos ya no tienen miedo a interactuar con nuevas herramientas o aplicaciones y también tienen esa capacidad de venderte las cosas y decirte que sí funciona. Creo que la pasión con la que hacen su trabajo permite el convencimiento y dar el paso hacia adelante.
El cambio tiene que ver bastante con las generaciones. Ahora la mayoría son nativos digitales. Y, si bien puede que la gente esté acostumbrada a hacer las cosas de forma tradicional, los peruanos hemos demostrado ser una cultura emprendedora. Por ese lado, creo que sí existe un bichito por empezar a hacer las cosas de manera diferente.
Hernán Corso, socio de 360 Consulting
El tema crucial son las barreras que nos ponemos sin darnos cuenta. Debemos pensar qué hay para cambiar, qué es lo que nos impide hacerlo y cómo romper con esas barreras.
En algunos casos estarán dentro de la empresa, en otros, dentro del directorio, en otros, serán los mismos procesos. Es ahí donde debemos pensar cómo hacer para llevar a la empresa por el mismo camino por el que va el mercado. Es una realidad distinta a lo que hemos tenido hace diez años.
Hay muchas compañías donde vemos que una barrera son sus procesos de negocios, que están esquematizados.
Cada ola de cambio que viene son olas de tecnología que han ido creciendo en la ola previa. Sin embargo, los procesos de negocios son todavía semimanuales, seguimos usando correos electrónicos, diferentes programadores para algunas labores, y eso no es sistematización, porque finalmente no permite que los flujos de trabajo completo se den de una manera coordinada.
Ante ello, uno debe identificar qué aspecto tiene que mejorar y qué barrera tiene que romper su empresa. Siempre teniendo en cuenta de que existen diferentes realidades.