Berlín (Reuters).- La confianza empresarial alemana bajó en octubre por primera vez en seis meses, un hecho que refleja la fragilidad de la recuperación de la mayor economía de Europa, aunque se espera ampliamente que adquiera impulso el próximo año.

El instituto de investigación alemán Ifo dijo el viernes que su índice de clima empresarial, basado en una encuesta mensual a 7,000 empresas, cayó a 107.4 desde 107.7 en septiembre.

La lectura fue menor al pronóstico promedio obtenido en un sondeo de Reuters de 108,0 y provocaba una depreciación del euro frente al dólar.

La potencia económica de Europa, que registró un rendimiento estelar durante los primeros años de la crisis de deuda de la zona euro, se debilitó el año pasado, pero repuntó entre abril y junio, cuando creció a su ritmo más veloz en más de un año.

Esa recuperación debería mantenerse pese al decepcionante sondeo del viernes. El economista de Ifo Klaus Wohlrabe dijo a Reuters que la caída en la lectura era “un pequeño aguafiestas y no un cambio en la tendencia”.

La caída en la confianza empresarial fue más acentuada en el sector minorista, mientras que el punto brillante fue un aumento en las expectativas de exportaciones de manufactureros alemanes a su mayor valor del año.

“Los principales indicadores publicados esta semana, incluyendo al índice Ifo de hoy, muestran que aunque la recuperación económica parece estar delante de nosotros, sin duda debería ser considerada moderada”, comentó Thomas Gitzel, de VP Bank.

La agitación política en Italia, donde el Gobierno estuvo a punto de desmoronarse, y una disputa presupuestaria en Washington que elevó el riesgo de que Estados Unidos incurra en una cesación de pagos podrían haber generado incertidumbre entre las empresas germanas, junto a un fortalecimiento del euro.

“La crisis de deuda en Estados Unidos y su posibles consecuencias en la actividad económica, combinados con una tasa cambiaria valorizada, no son la mezcla más favorable para el sector exportador alemán”, dijo Carsten Brzeski, de ING.

El repunte de Alemania en el segundo trimestre se debió mayormente a la robusta demanda interna, impulsada por un fuerte mercado laboral, un sólido incremento de los salarios y condiciones de financiamiento favorables.