Seúl/Washington (Reuters) .- Corea del Norte puso hoy en posición de espera sus unidades de misiles para atacar las bases militares de Estados Unidos en Corea del Sur y el Pacífico, después de que Washington hiciera volar dos aviones invisibles con capacidad nuclear sobre la península de Corea en una inusual demostración de fuerza.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, firmó las órdenes en una reunión a medianoche con sus generales y “consideró que ha llegado la hora de ajustar cuentas con los imperialistas de Estados Unidos a la vista de la situación imperante”, dijo la agencia oficial de noticias KCNA.
La agencia destacó que Corea del Norte y Estados Unidos solo podrían arreglar sus diferencias “por medios físicos”.
Pyongyang tiene un arsenal de misiles Scud de corto alcance de la época soviética que pueden llegar al Sur, pero sus misiles de largo alcance Nodong y Musudan, que en teoría podrían alcanzar las bases estadounidenses en el Pacífico, no están probados.
China, el único aliado importante del Norte, repitió su llamado a la contención en la península coreana en una comparecencia habitual del ministerio de Asuntos Exteriores, y no criticó los vuelos estadounidenses.
“Esperamos que las partes relevantes trabajen juntas para ayudar a cambiar una tensa situación”, dijo a periodistas el portavoz de la cartera Hong Lei.
En tanto, Rusia dijo que el aumento de la actividad militar cerca de Corea del Norte podría causar una tensión que sedescontrolara, criticando implícitamente los vuelos estadounidenses.
“Nos preocupa que junto a la reacción adecuada y colectiva en el Consejo de Seguridad de la ONU, se está adoptando una acción unilateral cerca de Corea del Norte que está aumentando la actividad”, declaró a los periodistas el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov.
“Esta situación podría simplemente salirse de control”, Sostuvo Lavrov, quien pidió esfuerzos para que se desarrollen conversaciones a seis bandas que involucran a las dos Coreas, Estados Unidos, China, Rusia y Japón.
Amenazas
El jueves, Estados Unidos envió dos bombarderos B-2 Spirit -con capacidad de evadir radares- a realizar vuelos de práctica sobre Corea del Sur, respondiendo a una serie de amenazas de Corea del Norte.
Los aviones volaron desde Estados Unidos a Corea del Sur y regresaron, en lo que pareció ser el primer ejercicio de su tipo, diseñado para mostrar la capacidad de Washington de realizar ataques de precisión a gran distancia “rápidamente y a voluntad”, dijo el Ejército estadounidense.
Las noticias de la respuesta de Kim fueron inusualmente rápidas.
“El finalmente firmó el plan de los preparativos técnicos de cohetes estratégicos del Ejército Popular de Corea, ordenándoles estar preparados para disparar de manera que puedan atacar en cualquier momento a Estados Unidos continental, sus bases militares en los teatros de operaciones del Pacífico, incluidos Hawai y Guam, y aquellas en Corea del Sur”, dijo KCNA.
La agencia surcoreana de noticias Yonhap reportó movimientosadicionales de tropas y vehículos en los emplazamientos demisiles de medio y largo alcance del Norte, indicando que podrían estar preparados para disparar.
No fue posible confirmar la noticia, que no habló de un día concreto, aunque el viernes el Ministerio surcoreano de Defensa dijo estar observando de cerca las baterías de misiles Scud de corto alcance, así como las de misiles Nodong y Musudan.
Corea del Norte ha lanzado una andanada de amenazas diarias desde comienzos de este mes, cuando Estados Unidos y el Sur, aliados en la guerra de 1950 a 1953, iniciaron maniobrasmilitares de rutina que han dicho son de naturaleza puramente defensiva.
Estados Unidos también hizo volar bombarderos B-52 sobre Corea del Sur anteriormente esta semana.
Corea del Norte ha puesto a sus fuerzas militares en estado alerta máxima para combatir lo que llama ejercicios militares de guerra “hostiles”. Su joven líder ha dado anteriormente “órdenes finales” para que su Ejército libre una guerra revolucionaria con Corea del Sur.
A pesar de la hostil retórica de Pyongyang, ha mantenido abierta una zona económica conjunta con Corea del Sur que genera 2.000 millones de dólares al año en comercio, dinero que el empobrecido Estado no puede permitirse perder.
Pyongyang también ha cancelado un armisticio acordado con Estados Unidos que puso fin a la guerra coreana de 1950-53 y cortó todas las comunicaciones con las fuerzas estadounidenses, Naciones Unidas y Corea del Sur.
“Los norcoreanos tienen que entender que lo que están haciendo es muy peligroso”, dijo el jueves a la prensa en el Pentágono el secretario general de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel.
“Debemos dejar claro que nos tomamos muy en serio estas provocaciones del Norte, y que responderemos a ellas”.
Corea del Sur negó las sugerencias de que la misión de los aviones estadounidenses fuera una amenaza implícita de ataque a Pyongyang.
“No hay ninguna entidad en el mundo que vaya a atacar a Corea del Norte o haya expresado su deseo de hacerlo”, dijo un portavoz del Ministro de Unificación surocreano, que trata con Pyongyang.