(Bloomberg).- Las autoridades chinas han recurrido a vías tradicionales para impulsar la economía este año: inversión, gasto del sector público y expansión monetaria.
La construcción de viviendas, los bienes raíces y los servicios públicos contribuyeron a mantener el crecimiento interanual en 6.7% en el segundo trimestre y compensaron así la declinación del sector financiero. Sin embargo, hay crecientes indicios de que el mercado inmobiliario se ha desacelerado, mientras que aumentan los desequilibrios en el sector, según analistas.
“A partir de junio, el mercado inmobiliario chino, que en buena medida ha contado con el apoyo de cambios de las políticas del gobierno, ya no proporciona lo que la economía necesita”, escribieron hoy los economistas Michael McDonough, Tom Orlik y Fielding Chen, de Bloomberg Intelligence, en una nota de análisis.
Los precios en los sectores de primera línea se aceleraron un 2.1% intermensual en junio, mientras que el incremento de los precios en las ciudades de segunda y tercera línea se desaceleraron a 1% y 0.3% respectivamente, según datos de Bloomberg.
“Para las autoridades, las mejores posibilidades son que controles eficaces lleven calma a los mercados especuladores de la primera línea y que la persistencia de ventas rápidas absorba capacidad e impulse la construcción en las ciudades más chicas”, escriben los analistas.
Sin embargo, analistas de Standard Chartered Plc sugieren que el sector podría moverse en dirección opuesta. Sostienen que el exceso de inventarios y los problemas de financiamiento, según una encuesta entre 30 desarrolladoras de ciudades más chicas, apuntan a un enfriamiento del sector en el segundo semestre.
“Las ventas de viviendas no crecieron en las ciudades más chicas analizadas en el segundo semestre y el consumo de inventario continúa. El financiamiento de las firmas desarrolladoras parece verse presionado una vez más y es probable que eso afecte su interés por expandirse”, escriben hoy en una nota analistas de Standard Chartered que dirigió Lan Shen.
Su estudio constituye la base del Índice de Sentimiento de Desarrolladoras de China del banco (CDSI por la sigla en inglés), que bajó a 56,3 en julio, por debajo del nivel de 57,3 de enero. Pero es el impulso del índice, más que el nivel, la clave de las perspectivas del sector, escriben los analistas. “También advertimos que el CDSI muestra un claro período de tres años en cada estudio desde que lanzamos el índice en 2010”, agregan. “El último ciclo parece haber llegado a un pico en el primer semestre de 2016, y el registro más bajo de julio podría indicar un posible enfriamiento del mercado inmobiliario”.
Un sentimiento más débil del mercado de viviendas, un indicador de menores perspectivas industriales y de consumo, podría ejercer una presión descendente en la inversión privada y generar un obstáculo para el crecimiento en el segundo semestre.