Tras haber mostrado crecimiento muy importante en las últimas décadas, India se ha desacelerado en el primer semestre a un nivel cercano al 4%, que es muy bajo para sus estándares. Así lo señaló Gonzalo Garland, profesor del IE Business School.

India -consideró- es una gran potencia a nivel mundial. Desde el punto de vista demográfico, será el país más poblado del mundo dentro de 10 años. Además, su economía ha crecido sustancialmente desde los años 90, en el que llegó una crisis y se hicieron reformas estructurales para abrir la economía.

Hoy se ve una crisis que se debe a factores externos e internos, la que ha generado una situación de incertidumbre a nivel interno y externo.

Del lado interno hay temas políticos. Hay desacuerdo para llevar a cabo algunas reformas estructurales que son necesarias. También hay un problema en cuanto al modelo, pues depende mucho de servicios y no tanto en manufactura como hizo China. La pobreza, además, está en niveles elevados.

Del lado externo, el valor de la rupia (la moneda en India) ha sufrido mucho tras la salida de capitales extranjeros. Esto ha generado una inflación en India, principalmente al encarecer los productos importados. Ante esta situación, es difícil sostener los déficits externos y fiscales que presenta el país.

El próximo año habrá un proceso electoral y se espera que el gobierno emprenda las reformas necesarias, de modo que India recupere sus niveles de crecimiento de las últimas décadas. Ese será su gran desafío.