Sergio Almallo
Si bien, yo no dudo de las capacidades de los directivos para nada, lo que creo es que todavía no existe la conciencia de que necesitamos el cambio. Para ello, es importante que los directivos se acerquen a la academia de nuevo, que se reconecten con el aprendizaje y que viajen. Parece tonto y lúdico, pero es importante. Actualmente, tenemos enormes oportunidades y ejemplos de globalización. En vez de estar concentrados en las cosas del día a día, concentrémonos en la estrategia de mediano plazo que se puede trazar.
Y algo importante que resaltar es que el cambio no se va a dar de un día para otro.
Tal vez los directivos digan “listo, empezamos con la transformación, ¿qué tenemos para la semana siguiente?”, y eso es como querer que un niño o una niña nazca antes de lo planeado. Este es un proceso que cambia en dos o tres años. Primero tendrás resultados pequeños que se irán acumulando, pero el resultado grande lo tendrás en un lapso mayor de tiempo.
Hoy estamos en una época en la que es peligroso no cambiar, y puedes tener jóvenes que quieren hacer cosas digitales, pero directivos que no les abren las puertas para hacerlo. Hay que ser conscientes de eso. A veces, a quien hay que gestionar más que al junior, es al senior.
Selma Viacava
Hay dos cosas que los directivos peruanos debemos tener en cuenta. La visión estratégica, el virar a tiempo. El futuro ya no es tan lejano, lo tenemos aquí nomás, y debemos estar preparados para ello. Y lo otro es el enfoque al cliente. Pero no solo pensar al cliente como el agente externo. Para nosotros, es importante el cliente que está adentro. Por ejemplo, para mí, mis clientes son los empleados del banco.
Hace algunas semanas, hubo un congreso de recursos humanos y muchos expositores decían que el principal cliente de una empresa son sus empleados. Y es verdad. El que va a lograr que tu marca empleadora sea fuerte o no es el empleado. Y ahora tú no los buscas, sino que ellos te buscan a ti. Es importante tener claro que los trabajadores eligen las empresas donde quieren depositar su talento. Si escuchamos a nuestra gente vamos a escuchar lo que está haciendo que el mundo cambie.
Hernán Corso
Definitivamente, es un reto a largo plazo. Algo que debemos resaltar es que si las empresas piensan únicamente en sus utilidades va a ser muy difícil que logren hacer un cambio. Porque el cambio implica arriesgar, y perder en el camino. Si no hay predisposición para arriesgar dentro de los directorios de las grandes empresas, habrá una empresa chica que sí querrá hacerlo.
En ese sentido, las compañías tienen que cambiar el clima laboral y la forma de trabajo. Ya no hay forma de pensar que la gente va a quedarse largas horas porque nadie lo va a querer.
Tampoco se trata de hacer que el ser humano se deshumanice. Una de las estadísticas que se mencionaban era que solemos hablar con los seres cercanos 3 o 4 veces y luego estamos abocados a otras cosas. El reto ahí está en cómo hacemos para no deshumanizarnos a pesar de la tecnología. En el Perú, estamos acostumbrados a crisis, a dinamismos y a cambios, así que para mí sí hay algunas bases para ayudar a que nuestro país sea un actor rápido en innovación digital.
Hugo Alegre
El consumidor siempre va a pretender lo mismo toda la vida: productos y servicios más económicos, mejores y a precios más cómodos. La búsqueda incesante de los directores de las empresas por ofrecer lo que desean a sus consumidores, sabiendo que tienen estas nuevas tecnologías, es lo que debe llevarlos a dar los pasos de mejora.
Una de las cosas de las que debemos darnos cuenta todos en general, es de que el mundo está yendo a un tema de digitalización. Ahora muchas de las noticias ya no se leen solo en papel, sino también en celulares o tabletas. También ha afectado al retail y terminará afectando a la construcción. Tarde o temprano, habrá robots o dispositivos que complementarán la fuerza física de la gente, en la agricultura con los drones y en el transporte con los vehículos autónomos.
Todo eso parte de una presión permanente del ser humano por buscar que las cosas sean mejores y provistas de una manera más cómoda, lo que hace que las cosas se transformen permanentemente. Eso es lo que no deberían abandonar nunca los directivos: la búsqueda permanente de satisfacer mejor las necesidades humanas.