Reuters.- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo que el papel de los países emergentes continuará siendo estratégico para la economía global, durante su primera participación en el Foro Económico Mundial en Davos como jefa de Estado.
Rousseff dio su mensaje en un momento en el que los inversores atraviesan por un fuerte sentimiento de aversión al riesgo y están abandonando los activos de naciones emergentes.
“Aunque las economías desarrolladas muestran claros indicios de recuperación, las economías emergentes continuarán desempeñando un papel estratégico”, dijo Rousseff. “Estamos hablando de los países con las mayores oportunidades de inversión y de ampliación del consumo”.
En Brasil, el real cayó por debajo del nivel de 2.40 unidades por dólar el viernes, su menor valor en cinco meses, y el principal índice de las acciones de la bolsa local, el Bovespa llegó a perder un 2%.
En lo que sus asesores describieron como un discurso diseñado para recuperar la confianza de los inversores en Brasil, Rousseff reiteró el compromiso de mantener las finanzas públicas ordenadas y la meta de inflación, en medio de las crecientes críticas de los inversores a su gestión.
“Quiero dejar en claro que no seremos débiles en el manejo de la inflación”, dijo Rousseff. “Por otra parte, la responsabilidad fiscal es un principio básico de nuestra visión para el desarrollo económico y social”.
Los comentarios de Rousseff en su primera visita a Davos se dieron en medio del creciente pesimismo de los inversores sobre el panorama de la economía de Brasil. Una mayoría de analistas espera un crecimiento del 2.0% en 2014, de acuerdo a una encuesta del banco central.
El Bovespa ha caído un 20% en los últimos 12 meses, comparado con una baja del 8.6 del índice mexicano IPC y un alza del 22.3% del S&P 500 de la Bolsa de Nueva York en el mismo lapso.
La mayor parte de los inversores ha culpado de la caída a las preocupaciones sobre los fundamentos económicos, una implementación de políticas errática y una excesiva interferencia del Gobierno en el sector privado.
Rousseff también le aseguró a los inversores que Brasil es un ambiente seguro, reiterando que se cumplirán los contratos y que quienes invierten en el país siempre han sido tratados bien. “La estabilidad de nuestra moneda es un valor central del país”, sostuvo la presidenta, quien se espera que busque la reelección este año.
Rousseff no anunció ninguna medida concreta, lo que haría que los inversores sigan dudando respecto a si su Gobierno está preparado para realizar alguna de las reformas que los mercados demandan.
Pimco, el mayor gestor de bonos del mundo, consideró el jueves que el clima para la inversión en Brasil no fue de “Orden y Progreso” en el 2013, en una alusión al lema de la bandera del país más grande de América Latina.