(Reuters).- El “corazón” de la ambiciosa reforma tributaria que impulsa el Gobierno chileno fue aprobado el miércoles en la Cámara de Diputados, en una votación de otras medidas del proyecto que se extendería hasta la madrugada.

Por una amplia mayoría y en una maratónica jornada, los diputados refrendaron la iniciativa gubernamental que contempla elevar los impuestos a las grandes empresas y la eliminación de beneficios tributarios asociados a la inversión.

La reforma planea recaudar unos US$ 8,200 millones o un equivalente al 3% del Producto Interno Bruto de Chile, para financiar profundos cambios en la educación y mejoras en la salud.

“Creemos estar dando un paso histórico para que Chile sea mejor, un país donde haya más integración social y por esa vía empecemos a reducir las desigualdades”, dijo el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, durante la votación del proyecto.

Junto con mejoras en la educación y un fortalecimiento de las finanzas, la socialista Michelle Bachelet busca un crecimiento más equitativo del país para enfrentar la desigualdad en uno de los países con peor distribución de la riqueza en América Latina.

La reforma considera aumentar al 25% el gravamen a las grandes empresas, desde el 20% actual, junto con la eliminación de beneficios asociados a la reinversión de las utilidades.

Los diputados continuaban ayer en la noche la discusión de otras medidas que incluye la reforma tributaria, como impuestos correctivos, medioambientales y el fortalecimientos de entidades fiscalizadoras para evitar la elusión, entre otras.

El paso siguiente a la aprobación de los diputados es el debate en el Senado, donde la coalición de gobierno tiene una mayoría menos potente que en la Cámara baja.

El empresariado y la oposición prevén una fuerte ofensiva en la discusión del proyecto en la cámara alta, ya que a juicio de ellos la reforma afectará las inversiones, el crecimiento y el empleo.