El precio del DNI electrónico que asciende a S/. 40.00 resulta excesivamente oneroso para la economía de la mayoría de peruanos, y arbitrario pues no aparece en el TUPA vigente de Reniec, señaló el congresista Yonhy Lescano, miembro titular de la Comisión de Defensa del Consumidor del Parlamento.
Ya el DNI ordinario resulta caro, con un precio de S/. 29.00, que ha ido aumentando, pues su valor está atado al de la UIT (es el 0.78% de 1 UIT), siendo que su valor real es de S/. 23.00 (que es lo que se cobra por el duplicado).
Actualmente la tramitación del DNI electrónico es voluntaria, sin embargo de acuerdo al Reniec se van a emitir –hasta fines del presente año- dos millones de estos documentos dirigidos al sector de la población que lo tramita por primera vez (los jóvenes de 18 a 20 años en Lima).
Y a partir del 2016 se emitirá preferentemente este documento para todos los segmentos de la población, conforme venzan los plazos de caducidad de los DNI ordinarios.
El argumento engañoso de Reniec para el sobreprecio es que el nuevo documento permitirá realizar trámites virtuales, la identificación no presencial del titular, firmar electrónicamente, el ejercicio del voto electrónico, etc, todo en el contexto de la implantación del denominado gobierno electrónico.
Lescano dijo que, si bien el DNI electrónico está contemplado en el artículo 45 del Reglamento de la Ley de Firmas y Certificados Digitales (Decreto Supremo N° 052-2008-PCM), este no pone un plazo para su implantación, ni ata su costo a un parámetro eficiente.
Por ello, el precio impuesto por Reniec resulta abusivo, más aún cuando pretende hacer las cosas al revés, ya que primero el Estado tendría que implantar toda la plataforma tecnológica para hacer trámites por Internet, y luego recién emitir los DNI electrónicos, sin embargo acá se está poniendo “la carreta delante de los bueyes”, sólo con el fin de hacer caja, a expensas de los usuarios.
En España, donde el DNI electrónico lleva ocho años de ser implantado, la plataforma tecnológica necesaria para que se usen sus diversas funciones (por ejemplo los lectores electrónicos) tiene un pobre avance de parte del Estado y del propio sector privado.
Ni siquiera se ha adoptado la certificación digital (para acreditar la identidad del titular, y su firma electrónica), que tanto se promovió. El parlamentario señaló que –lamentablemente- es lo que sucederá también en el Perú, pues el llamado gobierno electrónico está en pañales.