Sintra, Portugal (Reuters).- El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, abrió la puerta hoy a posibles cambios en la política monetaria agresiva de la entidad, alentando las expectativas del mercado de que el BCE anuncie una reducción del estímulo en septiembre.
Pero cualquier cambio en la postura del banco -que actualmente mantiene las tasas de interés en terreno negativo y realiza compras de bonos masivas mensuales- debería ser gradual, ya que la zona euro aún necesita un “considerable” apoyo monetario y la aceleración de la inflación dependerá también de condiciones financieras globales favorables, agregó Draghi.
“La posición política se volverá más flexible, y el banco central puede acompañar la recuperación ajustando los parámetros de sus instrumentos políticos”, dijo Draghi en una conferencia del BCE en Sintra, Portugal.
Sus comentarios hicieron subir 0.5% al euro , ya que los inversores los tomaron como una señal de que el BCE se está preparando para anunciar una reducción a su programa de compra de bonos en septiembre.
El plan de adquisición de activos de 2.3 billones de euros tiene vigencia hasta fin de año y el BCE tendrá que decidir en el tercer trimestre si lo extiende o pone fin a las compras de bonos, reconciliando una aparente contradicción entre un crecimiento saludable y una débil inflación.
“Hoy (martes) Draghi dio su primer paso hacia indicar que la política monetaria del BCE se volverá menos flexible en el 2018”, dijo el analista económico de UniCredit Marco Valli. “A menos que haya un impacto inesperado, habría un anuncio formal sobre el final (del esquema de estímulo) en la reunión de política monetaria del BCE del 7 de setiembre”, agregó.
Pero Draghi también bajó las expectativas de un retiro acelerado del estímulo, al sugerir que cualquier normalización será gradual: “Hay una fuerte necesidad de prudencia en los parámetros de ajuste de la política monetaria, aún cuando la recuperación acompañe”.
“Cualquier ajuste en nuestra posición debe ser hecho gradualmente, y sólo cuando las dinámicas de mejora que lo justifican parezcan lo suficientemente seguras”, añadió el titular del BCE.
La aceleración del crecimiento en la zona euro y su tendencia firme apuntan en la dirección de una reducción del estímulo, mientras que la debilidad del mercado laboral y las turbulencias en los mercados de materias primas ponen en duda esa postura.
“Todas las señales apuntan ahora a un fortalecimiento y a una recuperación amplia en la zona del euro. Las fuerzas deflacionarias han sido sustituidas por unas de reactivación”, concluyó Draghi en el foro anual de política del BCE.