Según el Fondo Monetario Internacional, al 2017 el ingreso anual de un chileno (ajustado por el el poder de paridad de compra) será de US$ 23,923.517 y el de un peruano solo US$ 14,362.386.
Hugo Perea, jefe de Estudios Económicos del BBVA, también estima que nos falta más de una década para alcanzar al vecino país. Aquí, una entrevista que brindó en exclusiva para Gestion.pe sobre la coyuntura económica actual.
El Gobierno ha cambiado de discurso, poco a poco nos están diciendo que no creceremos como se pensaba ¿Deberían de una vez ajustar las proyecciones oficiales para este año?
Debemos evitar el círculo vicioso entre descenso del crecimiento y apatía por el lado empresarial. Si la parte corporativa no genera inversión, el PBI se desacelera más y se genera un círculo vicioso que no es positivo.
El Ministerio de Economía debe ser muy cauto en los mensajes, eso es natural, ocurre aquí y en todos los lados para tener un buen manejo de expectativas.
¿Cómo se viene el 2014?
Pensamos que Perú tiene los fundamentos para crecer por encima del 5.5%. Entonces, los datos de actividad disponibles que tenemos en general como consumo de electricidad, la evaluación del crédito, recaudación, etc, anticipan un mejor desempeño, y la parte de producción minera también. Por eso creemos que esta desaceleración, y convergencia a niveles de crecimiento sostenible a mediano y largo plazo, ya habría tocado fondo entre setiembre y octubre de este año.
¿Pero esas tasas de alrededor de 5.5% son sostenibles?
Hay algunos temas de agenda de mediano plazo, que tiene que ver con reformas que fortalezcan y apuntalen la productividad del país, la diversificación productiva. Este empuje de commodities nos ha venido magnificamente bien. El desarrollo institucional para la política fiscal y monetaria nos ha permitido extraer lo mejor de este ciclo favorable, pero a futuro no vamos a poder sostener tasas de 5.5% o más solo con factores transitorios. Debemos fortalecer otros elementos como el desarrollo de infraestructura, calidad del capital humano y mayor diversificación.
Siempre es el tema de institucionalidad…
Lo interesante es que esta desaceleración está poniendo en discusión estos temas. Hemos avanzado, pero todavía la agenda sigue siendo amplia. Para alcanzar el nivel de ingreso por habitante de Chile, manteniendo las tasas de crecimiento de 5.5%, nos falta entre 12 y 13 años. Entonces, hay que seguir persistiendo para mantener un ritmo de expansión relativamente alto.
Veo positivo que esa discusión sea la del debate económico actual. La estabilidad macro, la baja inflación y las finanzas públicas son temas consolidados. Hay un consenso que ha sido respetado por las distintas administraciones como pilar básico, pero ahora nos estamos preguntando cómo darle un mayor soporte al crecimiento en los próximos años.
Pero a veces da la impresión que no hay la voluntad política…
Yo creo que este ánimo reformador está incluso está al nivel de las autoridades, y en esta administración en particular para sorpresa de muchos, en el sentido que toma temas interesantes como la reforma de la administración pública, perfectible o no, pero se está discutiendo.
Otro tema es el vincular la regla fiscal a elementos estructurales, es decir, que el Gobierno va a gastar en función a sus ingresos permanentes. También está el desarrollo del mercado de capitales. Veo que todo eso está en el debate y es positivo.