Richard Manrique
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A menos de un mes de realizarse la licitación de afiliados a las AFP, el exviceministro de Economía y catedrático de la Universidad del Pacífico, Eduardo Morón, lanzó dos advertencias sobre la reforma del Sistema Privado de Pensiones: 1) La comisión por saldo puede resultar más cara en el momento de la jubilación y 2) nada garantiza que un afiliado reciba mejores pensiones.
“Que te digan que la comisión por saldo va a ser un número ‘chiquitito’, de repente 1.2% ó 1.3% y eso parece mucho menos que 1.6% (la última rebaja), no significa que te voy a cobrar menos. Podría terminar cobrándote más por la administración de tus recursos”, advirtió vía Skype desde Colombia.
En su opinión, debió mantenerse la comisión por flujo -esa que se descuenta del salario- para efectos de la subasta, porque es más fácil y predecible saber cuánto paga un afiliado respecto al fondo administrado, lo que se llama en la literatura de precios “una comisión anual equivalente”. En cambio, con una comisión por saldo –esa que descuentan sobre la rentabilidad del fondo- sería más complicado el cálculo, porque habría que identificar el crecimiento del fondo al momento de la jubilación y al final el monto cobrado podría ser mayor que con el otro sistema.
“Por eso digo que ahora, en noviembre del 2012, nadie te puede decir cuál es más caro. Te pueden decir, bajo el supuesto que tienes cierta rentabilidad a lo largo de los siguientes 45 años, que una es más cara que otra, pero no es un cálculo cierto. Yo realmente voy a saber si he pagado más o menos que en la otra forma, cuando me jubile”.
¿Y los afiliados tendrán una mejor pensión?: “No hay ninguna garantía que bajo el otro esquema necesariamente vas a tener una pensión más alta”, comentó Morón, quien es director de estudios económicos del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR).
Objetivos de la reforma
Consideró que el Gobierno está descuidando el objetivo de abaratar los cobros de las AFP argumentando que la comisión por saldo permitirá alinear los incentivos entre las administradoras y los afiliados. Es decir, las AFP tendrán que tener “mayor esfuerzo” para incrementar los fondos y así cobrar una tasa mayor.
“Uno de esos objetivos es alinear los incentivos. El otro objetivo es que los afiliados no paguen costos demasiados altos para la administración de sus recursos. Yo creo que con esta modificación (a una comisión por saldo), puede ser que se logre lo primero, pero el otro objetivo tranquilamente lo podemos perder”, previó.
“Cuando se tienen dos objetivos uno busca tener dos instrumentos. Acá estamos queriendo matar a dos pájaros con la misma piedra”, agregó.