Puede que el mundo entero albergue apasionadas esperanzas ante la Copa del Mundo, pero el empresariado brasileño se ha despojado de ellas. Las compañías del país anfitrión han sido inyectadas con una dosis de incredulidad. Sus dudas surgen con respecto a las oportunidades de crecimiento que debería generarles este torneo.
Ahí nomás
Desde el año 2012, la consultora Grant Thornton entrevistó a los directores de 300 empresas brasileñas sobre sus expectativas en relación con el torneo. Descubrió que un 89% de los empresarios no planea incrementar sus inversiones en función del Mundial (ver infografía).
De acuerdo con Madeleine Blankenstein, socia de la consultora, el pesimismo sobre sus ventajas aumenta a medida que la fecha se acerca.
“Las noticias de los atrasos y accidentes en las obras, la falta de infraestructura en transportes y seguridad pública, generan una situación de inseguridad”.
Agrega que, al ser un evento con inicio y fin, hay dudas en las empresas respecto a cuánto durará el impacto en su facturación.
OTROSÍ DIGO
El legado de Sudáfrica 2010
Edición anterior. La investigación en Sudáfrica luego de la Copa del Mundo del 2010, reveló que el 84% de los visitantes se mostró muy satisfecho con los aeropuertos utilizados, y el 87% aprobó las condiciones de los
estadios.
Para la experta de la consultora quizá aquí se encuentre una de las principales lecciones para la organización brasilera. “No alcanza únicamente con construir lindos estadios y villas olímpicas, es preciso también invertir en transporte público y rutas”.