(Bloomberg) Estados Unidos está a punto de iniciar una cuenta regresiva de tres meses para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la primera prueba importante para la promesa de campaña del presidente Donald Trump de asegurar mejores acuerdos para la economía más grande del mundo.
Antes de comenzar oficialmente las conversaciones con los socios del TLCAN, Canadá y México, la administración de Trump debe notificar al Congreso para que inicie los 90 días de consultas internas.
Robert Lighthizer, quien fue designado representante de Comercio de Estados Unidos el lunes, ha pasado dos días en reuniones en Capitol Hill conociendo a los legisladores para las conversaciones, antes de dar al Congreso la notificación oficial.
Los esfuerzos de Trump para reunir la cooperación política que necesita para establecer un nuevo pacto comercial se complicarán debido a las controversias que envuelven a la Casa Blanca.
El presidente todavía se enfrenta a una reacción negativa por el despido del director del FBI James Comey, así como a las consecuencias de un memo que escribió Comey en el que dijo Trump trató de cerrar una investigación sobre el ex asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn. La administración negó la versión de Comey.
Asuntos de divisas
Reformar el acuerdo comercial fue una promesa central de la campaña electoral de Trump, cuando dijo que el TLCAN era un “desastre” que había inflado el déficit comercial y que había costado millones de empleos en Estados Unidos.
Durante las discusiones con un comité del congreso esta semana, Lighthizer indicó que los asuntos monetarios estarán sobre la mesa durante la renovación del TLCAN, según un senador demócrata que fue informado al respecto.
Lighthizer dijo a los senadores que “sería justo decir que” los asuntos monetarios “serían parte” de un nuevo acuerdo, dijo Ron Wyden, de Oregon, a los periodistas.
Discutir el efecto de las valuaciones monetarias durante las negociaciones del TLCAN es “un estatuto modelo que podría aplicarse en general”, dijo Wyden, transmitiendo lo que escuchó de Lighthizer.
La oficina del USTR no quiso hacer comentarios. El peso y el dólar canadiense se fortalecieron brevemente después de que los comentarios de Wyden fueran publicados.