La humanidad necesitará modelos de agricultura en el futuro inmediato que deberán incluir formas de producción más biodiversas, sostenibles y socialmente justas, señaló la FAO.
Myrna Cunningham, Embajadora de la FAO para el Año Internacional de la Agricultura Familiar, mencionó que las actividades programadas para este año permitirán profundizar la reflexión sobre la agricultura indígena, la cual “trasciende a la familia e incluye a la comunidad y que se cimenta sobre la propiedad colectiva de la tierra y la diversificación agrícola”.
Cunningham saludó la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de Naciones Unidas y demandó que “para disfrutar de estos derechos reconocidos, específicamente del derecho a la alimentación, los pueblos indígenas tienen que disfrutar del derecho a sus tierras”.
Agregó enfáticamente que la propiedad colectiva de las tierras es inherente a la agricultura indígena.
“La agricultura moderna deberá atesorar los fundamentos ecológicos de los sistemas agrícolas tradicionales y de quienes los han mantenido vivos: los agricultores familiares”, dijo la representante de la FAO.
Al respecto, la Primera Dama del Perú, Nadine Heredia, reconoció también la perseverancia de los agricultores indígenas que han conservado la agro biodiversidad en todo el mundo.
“Sin el esfuerzo de estas familias productoras, cuántos alimentos nos habríamos perdido. Los conocimientos indígenas no son un tema de resistencia, sino de vanguardia, de modernidad”, exclamó.
A su turno, la ministra de Cultura, Diana Alvarez-Calderón, recordó que el Perú conserva usos y costumbres agrícolas como la siembra en andenería y el cultivo de alimentos.
La ciudad del Cusco es escenario del seminario Seminario Internacional sobre Diversidad Cultural, Sistemas Alimentarios y Estrategias Tradicionales de Vida, organizado por la FAO con el apoyo de las autoridades del Perú.
“Estamos aquí en Cusco para reconocer el valor de las poblaciones indígenas de los cinco continentes, que han conservado estos sistemas y que llevan a cabo una gestión territorial ingeniosa, con técnicas y prácticas de eficacia comprobada, esenciales para la seguridad alimentaria y nutricional y los medios de subsistencia para pequeños agricultores familiares”, dijo Eve Crowley, Representante Regional Adjunta de la FAO.