Fitch Ratings ratificó hoy la calificaciones Issuer Default Ratings (IDR) en moneda extranjera y local a largo plazo de Perú en ‘BBB+’ y ‘A-’, respectivamente, con una perspectiva estable.
Las calificaciones de los bonos senior no garantizados en moneda extranjera y local del país también fueron afirmados en ‘BBB+’ y ‘A-’.
“La perspectiva de la calificación IDR a largo plazo es estable, en tanto ratificamos la calificación country ceiling (límite del crédito del país) en ‘A-’ y la IDR a corto plazo en moneda extranjera en ‘F2’”, dijo la agencia.
En su reporte, la agencia calificadora también bajó su pronóstico de crecimiento de la economía a 3.7% para este año y estimó que la inflación se ubicará en 3.2% este año y en 2.8% al 2016.
Fitch dijo que la perspectiva estable refleja su opinión de que los riesgos al alza y la baja para la calificación están equilibrados.
Sin embargo, advirtió que una continua disminución en el precio de las principales exportaciones de commodities del Perú, un deterioro sostenido de los indicadores crediticios externos y fiscales, y la aplicación de políticas que aumenten la volatilidad macroeconómica y reduzcan las perspectivas de crecimiento e inversión serían factores negativos para la calificación.
Por otro lado, un crecimiento sostenido que reduzca la brecha de ingresos de Perú frente a otros países con calificaciones más altas, un mayor progreso en los indicadores sociales y de gobierno, y una mejor capacidad institucional influenciarían de forma positiva en una acción de calificación.
Fundamentos de calificación
Las calificaciones de Perú se apoyan en el historial peruano de credibilidad y coherencia política que ha generado un alto crecimiento y una arraigada estabilidad macroeconómica y financiera. Además, el sólido balance del país y la flexibilidad de financiamiento fiscal y externo del país apuntalan su fuerte capacidad de absorción de impactos.
Estas fortalezas crediticias equilibran la alta dependencia del Perú en los commodities, la baja base tributaria y las limitaciones estructurales en términos de bajo PBI per cápita, la débil calidad institucional y los indicadores de desarrollo humano.
El balance soberano de Perú es uno de los más fuertes en la categoría de ‘BBB’ con el apoyo de amortiguadores externos robustos y bajos niveles de deuda. Las reservas internacionales del Perú, que representan el 31% del PBI, siguen dando al país la capacidad de adaptarse a un entorno de menor precio de los commodities, a las ajustadas condiciones financieras globales y la relativamente alta dolarización financiera.
Además, los amortiguadores externos robustos del Perú han permitido al banco central suavizar el aumento de la volatilidad del mercado de divisas y la reducción de la participación de no residentes en el mercado local.