Lima (Andina).- Perú se ha convertido en una de las economías de crecimiento más pujante y más estables de América Latina, señaló el directorio ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) en su más reciente evaluación de la economía peruana examinada por los 24 miembros el 13 de febrero pasado, informó el organismo.
Explicó que tras una década de crecimiento sin precedentes, la economía de Perú ha conservado su dinamismo y resistencia a pesar de la persistente incertidumbre mundial, gracias a sólidos fundamentos económicos, términos de intercambio favorables y una acertada gestión de las políticas.
En el período 2002 – 2012 la economía peruana casi duplicó su tamaño, el Producto Bruto Interno (PBI) real creció a una tasa anual media de 6.33 por ciento, que es el promedio más alto de crecimiento en un período de diez años en la historia de Perú; y, el promedio de inflación anual se redujo a 2.75 por ciento, que es el más bajo de la región.
El crecimiento económico ha estado desacelerándose gradualmente hacia su nivel potencial, indicó el FMI. El PBI real se moderó a 6.29 por ciento en el 2012, con respecto al siete por ciento registrado en el 2011.
Agregó que la actividad económica en el 2012 estuvo impulsada por la inversión, ya que las débiles condiciones externas incidieron negativamente en las exportaciones y perjudicaron la balanza de pagos en cuenta corriente.
Con el tipo de cambio alineado en términos generales con los fundamentos económicos, las autoridades se han concentrado en enfrentar la presión a la apreciación del nuevo sol debida a una escalada de las entradas de capital.
El resultado fue una importante intervención en el mercado cambiario (13,000 millones de dólares en el 2012) y la esterilización de la liquidez creada.
Al mismo tiempo, el saldo fiscal siguió siendo sólido y las autoridades han podido reconstruir los márgenes de maniobra para la aplicación de políticas fiscales.
El FMI prevé que en el 2013 el crecimiento del PBI real, de 6.33 por ciento, se mantendrá cerca del nivel potencial, y que la inflación seguirá descendiendo a medida que se disipen los shocks de la oferta.
Entre los riesgos a la baja, a corto plazo la economía es vulnerable mayormente a un shock del crecimiento mundial que se propague a través de un descenso de los precios de las materias primas.
Un período prolongado de escaso crecimiento en la economía estadounidense también podría ser perjudicial a mediano plazo, indicó el Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.
Entre los riesgos al alza, las fuertes entradas de capital y la sólida dinámica del crédito podrían dar un impulso al alza al crecimiento y la inflación en el contexto de una abundante liquidez mundial y un persistente crecimiento débil en las economías avanzadas.