Londres (Reuters).- El acalorado debate acerca de las medidas de austeridad en Europa volvió a encenderse el jueves, por las fuertes diferencias entre funcionarios del FMI y del Banco Central Europeo (BCE) y comentarios de Angela Merkel sobre que Alemania necesitaba tasas de interés más altas.
En momentos en que se disipa la amenaza de una ruptura del bloque monetario, algunos funcionarios de la zona euro dicen que ahora es el momento para moderar las medidas de reducción de la deuda gubernamental, ya que la reacción de unos mercados financieros más calmados no sería tan mala.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) también prescribe esa medicina, tanto para la zona euro como para Gran Bretaña, pero Alemania y el BCE se oponen.
“Existe (…) un riesgo de que Europa pueda caer en el estancamiento, lo que tendría consecuencias muy serias para las familias, las compañías, los bancos y otras instituciones fundamentales”, dijo el primer subdirector gerente del FMI, David Lipton, en una conferencia en Londres.
“Para evitar decididamente esa peligrosa pendiente, los funcionarios deben actuar ahora a fin de reforzar las perspectivas de crecimiento”, dijo.
Pero en la misma conferencia, organizada por The Economist, un miembro de la directiva del BCE, Joerg Asmussen, instó a los gobiernos a continuar la consolidación presupuestaria y las reformas.
“Aplazar la consolidación fiscal no es la salida fácil. Si lo fuera, la habríamos usado”, dijo Asmussen. “Aplazar la consolidación fiscal no es un almuerzo gratis. Significa mayores niveles de deuda. Y esto tiene costos reales en el área del euro, donde la deuda pública ya está muy alta”, dijo.
Se prevé que el BCE reduzca las tasas de interés la próxima semana, pero difícilmente una baja de un cuarto de punto porcentual sacará a la zona euro de la recesión. “Probablemente requerirá medidas no convencionales adicionales de parte del BCE”, dijo Lipton, mientras que Asmussen sostuvo que la política monetaria no era “un arma multipropósitos”.
Enturbiando todavía más el debate, la canciller alemana Angela Merkel dijo que si la política monetaria se aplicara solamente a su país, las tasas de interés tendrían que subir.
“El BCE se encuentra en una posición difícil. Para Alemania realmente tendría que subir las tasas ligeramente en este momento, pero para otros países tendría que hacer incluso más para que haya más liquidez disponible”, dijo en una conferencia bancaria, un comentario inusualmente franco sobre la política del banco central.
Datos divulgados esta semana sugieren que incluso la economía de Alemania, la mayor economía de la zona euro, está pasando por momentos difíciles, y el Ministerio de Economía germano pronostica un crecimiento de sólo un 0.5% este año.
Dejando a un lado la retórica, se prevé que la Unión Europea otorgue el mes próximo más tiempo a países como Francia y España para que cumplan con sus metas de reducción del déficit.