BRASILIA, (Reuters).- El Gobierno brasileño está evaluando deducir hasta 60,000 millones de reales (17,100 millones de dólares) de su meta de ahorro fiscal para el 2017, dijo el jueves a Reuters un funcionario, lo que allanaría el camino a un cuarto déficit anual consecutivo.

La administración de la presidenta Dilma Rousseff propondrá para el 2017 una meta de equilibrio en el presupuesto primario del Gobierno central que no contemple superávit ni déficit, dijo el funcionario, que solicitó el anonimato porque no está autorizado a hablar públicamente.

Dilma Rousseff y su equipo económico están debatiendo sobre esa deducción mientras se preparan para los lineamientos del proyecto de ley de presupuesto 2017 que será enviado al Congreso el viernes. Cada año, el Gobierno deduce de su meta parte de los ingresos impositivos y de la inversión pública que no se materializan.

Luego de registrar altos superávit primarios, o un exceso de ingresos antes de pagos de intereses de deuda, durante los años de auge de precios de las materias primas, Brasil ahora está teniendo problemas para un déficit cada vez más amplio.

El Gobierno de Dilma Rousseff ya proyecta un déficit para este año debido al derrumbe de los ingresos impositivos.