La inversión privada en el sector minero y petrolero se ha desplomado desde el año pasado y no muestra ninguna señal de recuperación en el corto plazo, sobre todo ante la falta de nuevos compromisos de inversión durante los primeros meses del 2016.

Durante el primer trimestre del año no se han firmado nuevos contratos de exploración o explotación tanto en el sector minero, como en la actividad petrolera, debido principalmente a los menores precios de los metales y de los hidrocarburos en el mercado internacional.

Otro factor que limita los nuevos compromisos de inversión en los sectores extractivos del país es el proceso electoral, que inyecta una importante cuota de incertidumbre entre los inversionistas, que prefieren esperar la llegada de un nuevo gobierno.

Incluso, la agencia estatal Perupetro esperará hasta después de las elecciones presidenciales para lanzar una nueva licitación de lotes petroleros, ante el pedido de las compañías del sector que prefieren conocer primero cuál será el próximo Gobierno.

Un reporte de Perupetro revela, por ejemplo, que entre enero y febrero de este año apenas se ha perforado un pozo en desarrollo en todo el país en la zona noroeste (Lote XIII).

Sin embargo, el Banco Central de Reserva (BCR) de los anuncios de proyectos de inversión privada ya comprometidos para el periodo 2016-2017 unos US$7,044 millones vayan al sector minero y unos US$ 3,865 millones a la actividad hidrocarburífera.