Para el viceministro de interculturalidad, Iván Lanegra, una de las principales ventajas de la ley de consulta previa es el establecimiento tiempos máximos para los procedimientos, y que “deberán ser respetados”.

“Una de las mayores preocupaciones del sector empresarial es la ampliación excesiva de los plazos, pero no puede suceder con la consulta previa porque generaría incertidumbre entre los actores. Las reglas deben ser claras”, acotó en Canal N.

Lanegra recalcó que el sistema de consulta se dirige específicamente a aquellas comunidades con una “cultura viva” distinta a la occidental. “No se trata de un simple referéndum o votación”, añadió.

Espacios de aplicación
El viceministro hizo hincapié en que la consulta previa será aplicada en relación a los derechos colectivos reconocidos a 52 culturas indígenas identificadas en el territorio nacional.

Asimismo, precisó que no abarca a pobladores indígenas establecidos en la ciudad. “Solo puede ser aplicado a espacios vinculados a la identidad cultural”, acotó.

“En el caso peruano, principalmente hablamos de propiedad de tierras, pero también de la modalidad de cesión en uso, como los bosques, que no se pueden otorgar en propiedad”, señaló.