(Reuters) La libra esterlina se desplomó el viernes en lo que los operadores denominaron como un “flash crash” que hundió a la moneda británica hasta su mínimo en 31 años.
Incluso antes de una caída abrupta que restó una décima parte de su valor a la libra durante las operaciones en Asia, la divisa británica ya se encaminaba a su peor semana desde enero del 2009, después de que algunos líderes nacionales pidieron que Reino Unido protagonice una salida “poco amistosa” de la Unión Europea.
El “flash crash” es una fuerte caída de activos seguida de una recuperación en un corto período de tiempo.
“Creo que es una advertencia de los mercados a Reino Unido sobre qué tipo de volatilidad potencial podemos ver más adelante en la libra”, dijo Shahab Jalinoos, director global estrategia cambiaria en Credit Suisse en Nueva York.
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Con el foco sobre la libra, el reporte de nóminas no agrícolas de Estados Unidos quedó un poco relegado. La cifra de 156,000 nuevos puestos de trabajo creados en setiembre fue menor que lo esperado por el mercado, pero lo suficientemente sólida como para mantener a la Reserva Federal (Fed) en camino a subir las tasas de interés en diciembre.
El viernes, en el inicio de las operaciones en Asia, la libra se desplomó casi 10% en pocos minutos desde niveles cercanos a US$ 1.2600 hasta US$ 1.1378.
Thomson Reuters revisó más tarde este mínimo a US$ 1.1491, que sigue siendo la cota más baja de la libra esterlina desde 1985.
Hacia el cierre de la sesión en Nueva York, la moneda británica repuntó a US$ 1.2442, aún con una pérdida de 1.5% en el día.
El índice dólar bajó 0.3%, a 96.501, después de trepar hasta un máximo de más de dos meses poco antes de la publicación del informe de nóminas no agrícolas de setiembre en Estados Unidos.
