Josimar Cóndor
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Mirtha Trigoso
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Para las cadenas de librerías, rentabilizar el negocio es un reto cada vez más difícil. Y es que además del bajo nivel de lectura de libros, la desaceleración económica -que afecta primero a la industria cultural- ha ido reduciendo las ventas del sector.

Así lo señaló el jefe editorial de Ibero Librerías, Julio Zavala, tras comentar que la subida del dólar también viene jugando en contra, porque muchas de las colecciones son importadas, pero finalmente se venden en soles.

“Entonces, los precios son más altos y ello potencia el mercado informal”, comentó, tras indicar que el menor consumo se observa desde el último trimestre del 2015, acentuado además por la incertidumbre electoral.

Frente a ese escenario, anotó, las librerías y distribuidoras cambian de estrategia y se refugian en categorías que mantienen sus crecimientos, como son libros infantiles, juveniles (relacionados a películas) y catálogos de comics, para evitar que los márgenes sigan cayendo.

“Vamos aprovechando la coyuntura de lanzamientos internacionales, tratamos de acompañar tendencias como Harry Potter o Star Wars”, dijo el ejecutivo.

Sin embargo, admitió que la situación del sector podría estar afectando a algunas empresas.

En el caso de Ibero Librerías, dijo, esperan al menos cerrar el 2016 con ventas similares a las del año anterior.

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Por su parte, la Cámara Peruana del Libro estimó que la venta de libros (no textos escolares) en las cadenas de librerías en el país llegará a mover este año alrededor de S/ 300 millones.

“La venta de libros de interés general, así como los dirigidos al público infantil, juvenil, y los best-sellers, ya llegan a representar el 40% del mercado de libros en el país, que este año movería S/ 750 millones, un dígito más que en el 2015”, dijo el presidente de la entidad, Germán Coronado.

Admitió que la venta de libros en el país viene desacelerándose desde el 2015, por la coyuntura económica.

En el caso de la venta de libros en las cadenas de librerías, el representante de una editorial local refirió que la comercialización se estaría viendo afectada por los problemas financieros de Crisol.

“Al ser una de las cadenas de librerías más importantes del país con un gran número de locales (51% del mercado de librerías), el que tenga problemas de deudas, afecta la venta de libros de las editoriales, teniendo en cuenta que no hay muchas cadenas de librerías en el país”, anotó.