Roberto Rosado
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La polémica desatada con la autógrafa de la ley que restringe la publicidad de alimentos procesados dirigida a niños, ha despertado opiniones contrarias entre el Parlamento y el empresariado, pero desde el Ejecutivo aún no hay un pronunciamiento oficial sobre si observará o promulgará la norma.
Pero cuando el texto venía siendo discutido a nivel de proyecto de ley, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) no le dio luz verde.
“La Dirección General de Asuntos de Economía del MEF observa el proyecto normativo, por contemplar conceptos, procedimientos y obligaciones que podrían limitar la producción y comercialización de bienes y prestación de servicios”, refirió el MEF.
En un informe remitido al congresista Luis Galarreta, miembro de la comisión de Defensa del Consumidor, el MEF recomienda modificar y precisar el proyecto para no crear “obstáculos innecesarios al comercio”.
“El MEF envió su informe en julio del 2012, y a la fecha no hay ningún nuevo documento en el cual exprese un cambio de parecer. Se entiende que el MEF mantiene su opinión, pues el texto aprobado en el pleno del Congreso tuvo variaciones mínimas conservando el espíritu inicial”, dijo un asesor del congresista Galarreta, quien prefirió no ser identificado.
Así, en esa oportunidad, el MEF sostuvo que la Organización Mundial del Comercio (OMC) dispone los mecanismos de aplicación para que las medidas de protección a la salud, que adopten los países, no constituyan un medio de discriminación arbitrario o injustificado. En ese sentido, el MEF señala que el proyecto debe cumplir con lo estipulado por la OMC.
También cuestiona que haya una dispersión a varias autoridades (Minsa, Ministerio de Educación, Indecopi) para el cumplimiento del proyecto, además que cualquiera de ellas también podría sancionar a las empresas, generando en algunos casos duplicidad de funciones.
Sobre el etiquetado de que el producto contiene grasas trans y cuyo consumo habitual produce enfermedades crónicas, el MEF opinó que la publicidad y el rotulado deben tener por objeto crear y mejorar las condiciones deseables de salud y propiciar en el individuo conductas para motivar su participación en beneficio de la salud individual y colectiva, pero “ello no se desarrolla en el proyecto”.
Además cuestionó que la iniciativa al apuntar a la “comida chatarra” podría ser considerada una medida restrictiva, pues los países no deben elaborar reglamentos técnicos con obstáculos al comercio internacional.
