AFP.- Delegados de Estados Unidos, Canadá y México cierran este martes su quinta ronda de renegociación del tratado de libre comercio TLCAN enfocados en propuestas de Washington que generan el rechazo de sus socios.
“Las reuniones que se están dando hoy todavía están en materia de remedios comerciales, reglas de origen, el capítulo agrícola”, dijo a periodistas Kenneth Smith, jefe negociador técnico de México; anfitrión de la reunión.
Smith agregó que hay materias difíciles que no se van a resolver en esta ronda, sino que “van a quedar para siguientes reuniones”.
Indicó que en paralelo se busca avanzar en aspectos donde existen menos diferencias y que son importantes para la modernización del tratado.
Smith agregó que varias iniciativas de Estados Unidos fueron puestas sobre la mesa en la última reunión y que en algunas México llegó con propuestas, mientras que en otras se están haciendo cuestionamientos y preguntas específicas.
En cuanto a las reglas de origen de la vital industria automotriz, es decir, el contenido regional que debe tener un producto para no pagar aranceles en Norteamérica, hay “ciertos conceptos que son inaceptables”, afirmó el negociador.
La administración de Donald Trump propuso elevar el contenido para la industria automotriz desde 62.5% a 85% y pidió que el 50% sea de origen estadounidense, un tema que ha generado rechazo de Canadá y México.
“Tenemos que analizarlo en su totalidad y entender cómo llegó Estados Unidos a esos números antes de que nosotros podamos hacer cualquier tipo de contrapropuesta”, dijo.
Señaló que México no va a responder por ahora en dicha materia pues considera que la industria en Norteamérica “funciona con las reglas que existen hoy en día”.
Smith agregó que habrá una siguiente ronda técnica a mediados de diciembre y que México persiste en su visión de modernizar el tratado.
El TLCAN, vigente desde 1994, se discute a demanda de Trump quien lo califica como el “peor acuerdo” jamás firmado por su país y al que culpa de la pérdida de empleos en la industria manufacturera estadounidense.
Para México, el pacto es vital pues el 80% de sus exportaciones van hacia Estados Unidos, aunque el país ha dicho que trabaja en un plan B en caso de que el tratado se rompa, que incluye diversificar los países con los que comercia.
En la ronda previa, los tres países acordaron seguir negociando hasta el primer trimestre del próximo año.