La Asociación de Bancos del Perú (Asbanc) reeligió por unanimidad, en Asamblea General de Asociados, a Óscar Rivera como presidente del gremio bancario para el periodo adicional (2016-2019) y como vicepresidente a Sandro Fuentes Acurio.

Rivera asumió por primera vez la presidencia de Asbanc en el 2007. Actualmente es primer vicepresidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep) y presidente de Pagos Digitales Peruanos.

Además es director, desde el 2011, de InPerú, asociación que reúne a los principales gremios y entidades financieras cuya misión es captar más inversiones para el país.

Por 13 años fue presidente de directorio de Mibanco, Banco de la Microempresa. A nivel internacional, asumió la presidencia de la Federación Latinoamérica de Bancos (Felaban) entre los años 2010-2012.

Desafíos
En este nuevo periodo de Rivera, la banca privada ha asumido tres grandes desafíos. El primero, es apoyar la inclusión financiera, que significa hacer que más peruanos participen de los beneficios del sistema financiero.

Uno de los puntos fuertes ha sido el exitoso lanzamiento reciente al mercado de la plataforma de dinero electrónico a través de la Billetera Móvil (BIM), en una alianza sin precedentes con instituciones públicas y privadas, que fue posible gracias al gesto de desprendimiento del sector bancario y que permitió la participación de todos los agentes del sistema financiero.

El objetivo es incrementar sustancialmente el número de peruanos incluidos en el sistema financiero, superando el 30% que actualmente existe.

El segundo desafío es consolidar un mayor acercamiento a sus usuarios a través de una mayor transparencia e información como principio básico de una mejor comunicación.

El incremento sostenido de las operaciones en línea y las transferencias interbancarias son un buen ejemplo de los primeros resultados de estas campañas masivas.

El tercer desafío está relacionado con la seguridad ciudadana. El sector bancario está decidido a promover proyectos orientados a reducir los riesgos de los usuarios cuando realizan transacciones financieras.

Para ello, no sólo promueve el uso de mecanismos alternativos que no implican traslado de dinero en efectivo sino también brinda apoyo efectivo a favor de la Policía Nacional del Perú (PNP), para fortalecer su labor en la lucha contra la delincuencia.

Todas estas acciones, que se consolidarán en el nuevo periodo de tres años, redundarán en una mejor salud económica y social del país, contribuyendo a hacer más sostenible el crecimiento económico.